lunes, 5 de septiembre de 2011

TRIBUTO AL MAESTRO - NOTA DE JUAN MANUEL COTTA AL CONSEJO ESCOLAR - 1944


CELEBRANDO EL DÍA DEL MAESTRO 
DESDE LA VOZ DE UN MAESTRO
Poco antes de su jubilación el maestro Juan Manuel Pedro Cotta elevó al Consejo Escolar la nota subsiguiente, rindiendo cuenta de su tarea a lo largo de 12 años frente a la dirección de la Escuela Normal de Quilmes y resaltando la actuación del primer director-fundador de la Institución el maestro José Sosa del Valle. Este documento es un borrador escrito a máquina que Juan Manuel P. Cotta entregó al profesor Orlando Cella, unidos siempre por un afecto fraterno, para que lo pasara en hoja con membrete de la institución y se remitiera al Consejo Escolar de Quilmes.
El profesor Cella entrego el boceto al autor de este blog con este fin, en setiembre de 2008, un mes antes de su fallecimiento
JOSE SOSA DEL VALLE
ESCUELA NORMAL DE QUILMES
Juan Manuel Pedro Cotta
Quilmes.- Agosto, 1944

Vicepresidente del Consejo Escolar don Pastor Lacasa

El Sr. D. José Sosa del Valle, director fundador, estuvo al frente de la Escuela hasta el 4 de enero de 1932. Su obra amplia e importante es bien conocida y la habrá recogido el Sr. Gutiérrez en sus mejores fuentes.
Para evitar comparaciones que no siempre son justicieras, me parece prudente advertir que al Sr. Sosa del Valle le tocó actuar en un medio donde muchas cosas, aparte de la Escuela, había que animar. La vinculación a actos sociales, hace casi treinta años, en una localidad de unos cuarenta mil habitantes, sin los medios de fácil comunicación de ahora ni el ambiente que la Escuela contribuyó a formar, tiene su explicación justiciera.
Esa acción era necesaria. Ahora, en una ciudad con más de setenta mil habitantes, multiplicidad de centros sociales, facilidad de locomoción hacia la Capital, heterogeneidades diversas, la función de la Escuela se ha aliviado de aquella situación, pero debe realizar un gran esfuerzo de otro orden para armonizar esos afanes que se vuelcan de un modo u otro hacia las aulas.
Las obligaciones reglamentarias son otras. El crecimiento de la población escolar, la aplicación de métodos activos, la dispersión del personal en su mayoría radicado en la Capital Federal, exigen nuevos rumbos. Pero la Escuela en su labor esencial, es la misma.
La obra del Sr. Sosa del Valle se ha continuado. La labor nuestra no ha consistido en ver y conservar, sino en tomar lo que había y esforzarnos por agregarle cuanto hemos podido. El que venga después hará otro tanto. Una desdicha sería que nos sucediera quien se contentara a no agregar un ápice al legado docente que recibiere.
Nosotros hemos hecho igual labor en otra parte. Podemos reseñar escuetamente algo de lo realizado aquí. Pero el espíritu, la orientación, al armonía que hemos sabido mantener, no es cosa de pocas líneas. No la podemos contar nosotros, Acaso se sienta como la obra del Sr. Sosa del Valle, en el ambiente y en el alma agradecida de los hogares; y no es sólo obra de los directores, sino de todas las piezas de este mecanismo docente de cuya marcha y éxito somos responsables sin que todos los laureles de éxito se nos adjudiquen.
Bien, creo que el mejor juicio es el de la posteridad. Anoto algo de lo más sensible que después de hacerme cargo de la Dirección el 6 de enero de 1932, se ha agregado a la obra ponderable de mi amigo y colega D. José Sosa del Valle:
1)     He creado dos divisiones en el curso Normal, siempre con la colaboración del personal. Fueron al principio atendidos gratuitamente ambos cursos.
2)     He creado tres grados. La escuela tiene actualmente 12 y 8 divisiones en el curso Normal.
3)     De una celadora para toda la Escuela, conseguí que su número se elevara a cinco.
4)     Durante tres años mantuve y organicé el Instituto Cultural, con la colaboración de  profesores y padres. Se dieron valiosas conferencias. La falta de local impidió que se continuara su acción.
5)     Con la colaboración de la Regente, maestras, Vicedirectora y profesores, fundé 20 bibliotecas de aula y la Biblioteca “Joaquín V. González” que funcionó con carácter de pública cuando dispuso de un local; ahora ocupado por un grado. Realizo gestiones para hacerla pública nuevamente.
6)     Con la colaboración del departamento de aplicación, organicé las huertas escolares con fines educativos; sobre todo de orden ético.
7)     Con la colaboración de los profesores y una comisión auxiliar de damas, fundé  el Museo Ameghino.
8)     En la misma forma el Jardín Sistemático. La dirección de ambos, siendo su animadora y dueña espiritual, la ejerce la Dra. María Magdalena Job.
9)     Con la eficaz ayuda de la Asociación Cooperadora, he hecho funcionar el consultorio odontológico que atiende gentilmente el Dr. Leonardo Durante.
10) Después de larguísimas bregas contra intereses creados, he conseguido que se incluyan por diversas leyes partidas para el futuro edificio por la suma de un millón de pesos m/n. En este momento activo una resolución para la adquisición, por licitación pública, de un terreno.
11) He creado recursos propios para el Gabinete de Química reorganizando la provisión que se hacía al alumnado por vendedores. Esa venta la controla la Comisión de Higiene que preside el Dr. Antonio Colombo. Forman parte de ella los médicos y químicos de la Escuela. Deposita sus fondos en el Banco y eleva sus balances  a la superioridad por mi intermedio. Es con esa ayuda, nuestra escuela, la que más experiencias realiza del programa de Química. También se está arreglando el gabinete de Física con esos fondos.
12) He bregado hasta reorganizar la Cooperadora "Atanasio Lanz” y darle la Comisión calificada y activa que hoy tiene; que preside la Sra. Silvia Cristy de Cella. Hace varios años, conseguí que hiciera sus depósitos en un banco local y publicara - como se hace - los balances; además de exponerlos en el avisador especial que posee en el patio de la Escuela. Ha prestado valiosísima ayuda a alumnos y profesores para el mejor desempeño de las tareas. Su cooperación para el Museo y Jardín Sistemático es brillante.
13) En la fecha, organizo una asociación interna de ayuda e imprevistos entre el personal.
14) Antes que lo decretara el P.E. - un años antes -, levantamos un mástil izando la bandera al iniciarse las clases y arriándola al retirarse los alumnos. Iguales disposiciones adoptó el Ministerio después para las escuelas Normales y secundarias del país.
15) Reglamento interno, numerosas circulares propias de orientación, etc., han servido y sirven para que la Escuela marche en perfecta armonía y cada cual se desempeñe con la mayor eficacia.

ESCUELA NORMAL NACIONAL DE QUILMES
 La copia es textual. No hay firma del autor. El estilo, comparado con otros textos del maestro Cotta, demuentra sin dudas que es suyo.
Compilación Chalo Agnelli

viernes, 2 de septiembre de 2011

"TITO EL NAVEGANTE" TRAILER

NAVEGANDO POR LA VIDA DE TITO INGENIERI

"TITO EL NAVEGANTE"
Chalo Agnelli
La sincera contundencia de las verdades humanas decrece cuando el que las confía se vuelca desde la superación. “Tito el Navegante” es un trayecto por la vida de un vecino de nuestra Ribera quilmeña; vida y arte que para Tito Ingenieri son las misma fuerza. Son funciones interdependientes de un hombre ajeno al común.
No creo que la definición de locura sea un atributo del genio. Para una sociedad mercantilista y consumista todo aquel que esté fuera de sus parámetros bordea la locura.
Sin embargo, el genio se forma desde la pasión. Es un trabajo sin tregua y sin consecuencias. La Pasión es una forma de vida que tan sólo pueden afrontar algunos individuos, muy raramente configurados por distintas fuerzas de choque. Tito es ejemplo claro de esto; la temprana búsqueda dentro de sí de un ser desemejante; la incomprensión social trajinada hasta la tortura, la incursión en sueños artificiales; la asimilación intuitiva de las mayores manifestaciones del arte, la percepción de los vericuetos de la realidad, esos discursos que la realidad contiene y que se nos escapan a los demás.
Sin afán de contradecir algunas interpretaciones, no creo que lo suyo sea un “hippismo tardío” - si bien guarda algunas de sus cláusulas como pudieron contener Van Gogh o Gauguin en Tahiti - pues el movimiento hippie postulaba una sociedad alternativa, en cambio Ingenieri, involuntariamente, se mente dentro de la sociedad burguesa e intenta cambiarla con su pasión, con el ejemplo de su casa, con sus fierros e imágenes del aquelarre y de la dicha.
Todo esto vio un numeroso público afectuoso y sincero el jueves 2 de setiembre en la Biblioteca y Complejo Cultural Mariano Moreno. El documental es una creación de Alcides Chiesa y Carlos Eduardo Martínez; el  guión, la fotografía y la dirección son suyas; con la música de Oscar "Mono" López; con edición de Luciano Chiesa.
Chiesa, nuestro vecino a quien más conocemos, es un hombre que vivió ciertas contundencias existencias como las del protagonista de su film, quizá por eso lo halló y quiso divulgarlo.
Los 64 minutos del documental reflejan sin acertijos la vida, el arte y “una casa”, que como se podría creer no es un anhelo conciente de excentricidad, de snobismo burgués, es nada más y nada menos que la necesidad de un techo. Tito supo responder a esa necesidad, con un elemento que los demás arrojamos, un objeto que una vez le trajo el río y el supo recoger con manos diestra y siniestra, botellas.
La casa de botellas de Tito Ingenieri, es por cierto un mojón curioso en un entorno barrial único, pero su usufructo es claramente práctico y bello al mismo tiempo; dos pretensiones que raramente conjugan. 
Muchas notas gráficas se le han hecho a Tito Ingenieri, muchos reportajes, pero confieso que recién con esta película entendí la magnitud de su creación.
Las transparencias de esa casa, el albañil de vidrio, los testimonios, el río seductor y cruel al mismo tiempo, la obra de fierro y fuego, el amor como triunfo, la constante y sugerente referencia a un Eternauta acuático… Chiesa y Martínez compusieron con todos esos elementos un disfrute cinematográfico sobrio y de mucha  sensibilidad, pero sin golpes bajos.

TITO INGENIERI

ALCIDES CHIESA
Crónica de Chalo Agnelli
Sala: INCAA KM 0 - GAUMONT