domingo, 11 de febrero de 2018

VICENTE ZITO... "LA BORDADORA"

Del Sportivo Alsina a la cúspide del fútbol”, podría titularse la historia de Vicente Zito, el notable “entreala”, argentino y vecino de La Colonia. “... Cómo quisiera gritar / la gambeta sobradora / de Zito ¡la bordadora! / de Arrillaga y Sandoval”; escribió Juan Arrestía, “el poeta nochero”.[1]  
Nació el 25 de noviembre de 1912 en Quilmes. Los primeros tapones que se calzó se los regaló su amigo del alma Bernardo Colavitta. Inventó el “ñoqui”  un sistema de ‘bordado’ con los pies; de allí que lo apodaran “la bordadora”. El entrenamiento lo hizo en los baldíos donde hoy se levanta hoy la Escuela Primaria Nº 17 y en el pelado potrero de la curva de Lemos. Sus primeros pasos fueron en el Sportivo Alsina la primera institución deportiva de La Colonia, para incorporarse a los 16 años a las filas del Quilmes Atlético Club por su destreza poco común. Sus condiciones que movieron al Racing Club de Avellaneda a contratarlo. Cuando el Quilmes A.C. concretó la transferencia, los socios y simpatizantes se movilizaron en una marcha contrariados por la calle Rivadavia.
Su debut en Racing, el 23 de abril de 1933, fue frente a Huracán: a pocos minutos de comenzar el juego entró en acción, llegó a sus pies la pelota, salió un rival que quedó en el camino y luego otro y tras cartón un tercero, prácticamente encimándolo; entonces empleando el “ñoqui”, pasando la pelota por sobre el rival fue a los pies de Natalio Pertineti, libre de adversarios “¡Y el delirio en la tribuna albiceleste!” fue una categórica victoria académica de  4 a 0. Desde ese momento se cubría el vacío dejado por Pedro Ochoa, otro grande del fútbol.
Zito, en Racing, fue una estrella de primera magnitud. El “pibe” del Sportivo Alsina fue transferido luego a Atlanta continuando los éxitos. Viajo con la selección nacional por el Continente y por Europa. De Atlanta pasó a Argentino de Quilmes. Muchas tardes integró la delineación del vecino Azpiolea quien con su 'escuelita' hizo del fútbol un motivo de recreación, fiesta y culto de la amistad como en los tiempos de oro.
Le marcó a Independiente en tres clásicos consecutivos: el 19 de diciembre de 1937, el 19 de junio de 1938 y el 31 de octubre del mismo año. También estuvo presente con principal protagonismo en aquella racha inigualada de tres encuentros con demoledoras goleadas: 8 a 2 a Platense y a Estudiantes de La Plata y 8 a 1 a Lanús.
Fue el tercer quilmeño que hizo eco en Racing sus antecesores fueron Francisco “Tute” Solazar y José Botazzo. Vicente Zito motivaba al aficionado futbolero y a quienes no lo eran a que fueran tan solo a verlo a él.
En “La Academia concretó  208 encuentros y convirtió 73 goles. En 1944 pasó a Atlanta y se retiró en Argentino de Quilmes.
En 1945, hubo un declive en su actuación debido a una dolencia que obligó a la extirpación de los meniscos.
Los últimos tiempos se aburrió de las nuevas expresiones que estaba adquiriendo el fútbol y prefirió los partidos de bochas o un truco entre amigos en el Alsina o en el Tucumán.
Vivía sobre la Av. Andrés Baranda, frente a la ex Clínica San Ramón. Allí lo veíamos los jóvenes con admirativa unción, por las tardes, sentado a la puerta de su casa, cuando bajaba el sol, hasta que el 26 de julio de 1989 a los 78 años de edad,  jugó con la  muerte el último partido.
Investigación y compilación Prof. Chalo Agnelli
FUENTES
Hemeroteca del diario El Sol de Quilmes.
Archivo de la Biblioteca Popular Pedro Goyena.
NOTAS


[1] Arrestía, Juan. “Por las calles de Quilmes”. (En homenaje a los 310 años de nuestra ciudad) Ed. de autor con auspicios comerciales. Quilmes, 1976.

viernes, 9 de febrero de 2018

ORESTE HUBER Y HUMBERTO BOZZO, VECINOS ILUSTRES DE AYER


Hay nombres que fueron alcanzados por el olvido. Los años con su cúmulo de acontecimientos y las nuevas generaciones criadas y formadas sin tradición van desplazando a personalidades que sin ser grandes figurones  de la historia, marcaron huella en los años que los tuvieron como protagonistas. Luego su imagen se fue diluyendo en recuerdos vagos de unos pocos familiares, descendientes, vecinos o aficionados. “La historia de una vida es la historia del medio, de la cultura predominante y las subyacentes, de una ética y sus consecuencias”.
En 2010 en el libro “La Colonia de Valerga – historia social del segundo barrio de Quilmes”, recuperamos parcialmente a muchas de esas mujeres y hombres que le dieron renombre a esa región del ‘gransudbonaerense’. Ahora los tratamos de perpetuar en este blog para que los logros de sus vidas enriquezcan las nuestras.
ORESTE HUBER [1]
Tenían apenas 5 años cuando llegó a Quilmes con sus padres atraídos por el boom industrial que estaba cobrando la localidad ribereña y las facilidades para adquirir una propiedad. La familia venía de Gálvez, en la provincia de Santa Fe, donde Oreste nació el 7 de abril de 1907. Eran de origen suizo, quizás del cantón de Valais o de Vaud, originalmente se habían establecido en el sur de aquella provincia, en una colonia agrícola fundada en 1858. Muchos valdenses que adherían a  la reforma protestante emigraron a la Argentina y a Uruguay buscando la tolerancia religiosa, en el país hermano fundaron la Colonia Valdense, ciudad uruguaya del departamento de Colonia.
EL BOXEADOR
Todo comenzó cuando tenía 13 años, regresaba a su casa cuando vio que en el Club ‘Sparta’, Francisco Fernández Melo y Juan Binelli [2] boxeaban en un ring improvisado sobre el pasto. Esa experiencia lo marcó para toda la vida y a partir de ese momento fue firme su decisión de boxear. En esos años el mejor maestro de box era el francés Gustavo Lenevé, un púgil que realizaba exhibiciones en el ‘Buenos Aires Boxing Club’, y contaba entre sus alumnos a los renombrados luego Victorio Campolo, Raúl Landini y Héctor Méndez.
Oreste no tenía medios económicos ni sus ocupaciones laborales le permitían aprender con Lenevé de modo que ingresó al ‘Provincial Boxing Club’; su profesor fue Felipe Núñez. En 1924, con Carlos D. Valerga y otros vecinos de La Colonia participa de la fundación del Quilmes Boxing Club. [3]
La segunda sede del Boxing Club en lo que era la Soc. Artesanos de La Colonia, esquina SO de Vicente López y Perón (ex Córdoba) Foto de la izquierda, 1926 con Carlos D. Valerga en la puerta, a la derecha vista actual.
En 1925, era bombero voluntario bajo la comandancia de Pedro Mesaglio. El presidente de la institución, Marcos Pereira, preocupado porque sus hombres pasaran entretenidos los momentos de guardia en el cuartel les procuró juegos: ajedrez, damas, barajas y sabido de los gustos de Oreste le obsequió los que fueron sus primeros guantes de boxeo.
Oreste Huber, primero a la izquierda junto a Justo Suárez "El Torito de Mataderos"
LA ANÉCDOTA
Por esos días la ‘Sociedad de Bomberos Voluntarios de Quilmes’ organizó en el terreno de la calle Rivadavia que se utilizaba para actividades de entretenimiento comunitario (Luego cine Cervantes de la Sociedad Española y hoy, en la planta baja, un comercio de equipos electrónicos) una kermese. Oreste tuvo una discusión fútil con Valentín Pianta, poco diestro para embocarles argollas en el cogote a unos patos que nadaban en un fuentón. Los amigos, entre ellos Romeo Maiorano, aprovecharon la situación y antes que se fueran a las manos allí mismo concertaron una pelea que se realizó en el Boxing. Oreste ganó por puntos. Desde allí ya no se detuvo.
EL PROFESIONAL
Su carrera como profesional comenzó el 16 de julio de 1929, en el teatro “Coliseo” de Buenos Aires enfrentando a Alcides Galdolfi Herrero. Ese mismo año, el diario “La República” presentaba a todo lo ancho de la hoja este título “Oreste Huber, la inteligencia en boxeo, empató una pelea imposible”. La pelea había sido contra el español Manuel Montes en el teatro “Onrubia”. Fue la primera de las centenares de veces que su nombre apareció en las páginas deportivas de los diarios de ese país. Fue campeón de la ciudad de Quilmes con peleas en el teatro “Empire” y el club “Patria e Unita”; en Buenos Aires también peleó en la ‘Federación Argentina de Box’; en Montevideo derrotó a un pugilista destacado de la época, Hortensio Goularte. Nunca fue vencido por nocaut.
Caricatura de O. Huber por Jorge Barton (1927)
BOXEADOR CERVECERO
Llegó a ser una figura relevante en el boxeo nacional en la categoría liviano “(...) en aquellos tiempos que se pagaban $120 por una pelea de semifondo”, pero aun como profesional, ese dinero no alcanzaba para mantener una familia, de modo que Oreste, que de joven había trabajado en Rigoleau, entró en la Cervecería donde el mayordomo Pedro Dreisch - también con un hijo aficionado al box - le permitía salir más temprano cuando tenía algún encuentro pugilístico y a veces hasta obviaba algún faltazo.
Lo apodaban “la inteligencia en boxeo” y boxeando recorrió toda la Argentina. Era riguroso y exigente en su propio entrenamiento que realizaba con aficionados amigos como: Ángel Camarero, Raúl Carranza, Ángel Dellagiovanna, Fioravanti Pierobón, Eduardo Granada, Maximino Hernández, Carlos Herrera, José Iliali, Elías Scarabotti, Alberto Varela, Salvador Zaccone, los hermanos Sofía, los hermanos Ronconi y Romeo y José Maiorano. [4]
El 18 de febrero de 1932, hubo un resonante encuentro entre el estilista del ring Raúl Landini y Oreste Huber que reunió en Quilmes centenares de personas de todo el Gran Buenos Aires, La Plata y la Capital Federal. Algunos hombres se habían instalado en el hotel 'Moderno' y en el Hotel-Pensión 'París' de la calle Pringles 695 (6), en algunas pensiones y a las puertas del Boxing desde el día anterior para ser los primeros en ingresar.[5]
Tuvo alrededor de 45 encuentros como amateur. Realizó cuarenta peleas, siendo algunos de sus contrincantes extranjeros: Clearcy Jones, Ceolín Olano y Luis Rayo y los argentinos: Juan Aldovrandi, Germán Ballarino, Alfredo Buscaglia, Emilio Escudé, Julio Mocoroa, Juan B. Pathenay, Gogliardo Purcaro, Justo Suárez, Alcides Gandolfi Herrero, Raúl Landini y Sabino Bilanzone, habiendo sido derrotado tan solo por los tres últimos. Fue entrenador por $ 5 al día; entre sus múltiples pupilos, preparó a Julio Mocoroa.
Oreste Huber se jubiló como obrero cervecero pasados largos los 60 años de edad y murió octogenario en su casa de La Colonia, Sáenz Peña y Rodolfo A. López (ex Santa Fe)
Periódico 'El Plata', 1926 (Gentileza Mora Camarero)

HUMBERTO BOZZO
Humberto Bozzo, de origen genovés, fue un apasionado deportista, fundador del Boxing Club  y de larga trayectoria en esa institución, durante casi 35 años cubrió distintos cargos en la comisión directiva; la mayor parte como tesorero. En 1958, a pesar de haber sido reelecto para dicha función, resolvió retirarse permaneciendo como un socio activo más. Bozzo y Elías Scarabotti eran, concluyendo la década del ’50, los únicos fundadores, testigos vivos de la extensa y rica historia de esta entidad donde tantos jóvenes se formaron física y espiritualmente con los fundamentos de conducta e integridad que son inherentes al deporte, cualquiera sea.  El sábado 10 de mayo de 1958, todos los socios del Boxing, presidido por don Eugenio Calzetta realizaron una demostración en honor de Humberto Bozzo.
Este noble vecino de La Colonia estaba casado con Catalina Valerga, hija de don Santiago. La pareja tuvo ocho hijos: Florinda Justina, Rosa Matilde, Catalina, Amelia, Fortunata, Ángela, Manuel y Humberto Pedro (Tito) Florinda Justina se casó con Horacio Balacini; Rosa Matilde, con Domingo Araujo, hijo del homónimo que fue el primer comisario de Quilmes (1881); Amelia se casó con el educador Antonio Iglesias, que fue director del colegio San Jorge, hermano de otro benemérito educador, el profesor Evaristo Iglesias; Ángela, con Pedro Lampi. Humberto Bozzo Valerga, quien también descolló como un notable atleta y entusiasta deportista de La Colonia, de excelente actuación en varias carreras de 300 y 800 metros llanos como representante del Boxing Club. [6]

Primera Comisión Directiva del Boxing Club. De Izq. a Der.: sentados: Humberto Bozzo, Carlos D. Valerga, el Ing. Castro, Raúl Carranza y M. Bozzo. Detrás de pié: J. Núñez, J. Bracco y E. Scarabotti.
Investigación y compilación Chalo Agnelli
Colaboración Julio César Valerga, Domingo Araujo

FUENTES
Archivo Biblioteca Popular Pedro Goyena y Museo Bibliográfico-Documental
Box Rex. Registro oficial del boxeo.
Diario “El Sol”
NOTAS


[1] Revista del cincuentenario de “El Sol”, 1/11/1977
[2] El Club ‘Sparta’ fue el antecesor del Boxing. Fernández Melo fue un destacado paisajista, pintor y deportista quilmeño: ver en EL QUILMERO del domingo, 1 de febrero de 2015, “LA PLAZA ARISTÓBULO DEL VALLE O PLACITA DE LA COLONIA. Juan Binelli, padre del pediatra y ajedrecista.
[3] Ver en EL QUILMERO del domingo, 4 de febrero de 2018, “EL QUILMES BOXING CLUB”.
[4] Ver en EL QUILMERO del sábado, 5 de junio de 2010, “ENCUENTRO PUGILÍSTICO BARRIAL – ‘DEL ARCÓN DE LA ABUELA’ - Salman Sale Andah versus Odilón Vicentela”.
[5] Párrafo tomado de la nota sobre el “Quilmes Boxing Club”.
[6] Del libro La Colonia de Valerga Cap. I

martes, 6 de febrero de 2018

MISCELÁNEAS DE “EL QUILMERO” 1876-77-78-79-80

 por Chalo Agnelli
LAS FIESTAS PATRONALES [1]
“El Quilmero”. Año II - Nº 106; jueves 7 diciembre de 1876 [2]
 “Mucho se pensaba hacer para proporcionar regocijo público pero en vista de las alteraciones que trajo a los ánimos el estado de sitio que siguió como consecuencia de lo ocurrido en Entre Ríos la comisión de fiestas resolvió suspender su procedimiento. Y disolver la comisión recolectora que estaban organizadas […] Saludamos alborozados el 8 de diciembre de 1876 y deseamos que tal día del año venidero Quilmes posea el tan deseado muelle y principalmente un medio de transporte cómodo y barato como fuente principal de progreso” (el ferrocarril había llegado el 18 de abril de 1872, pero siempre hubo reclamos por su mal servicio, primero por ‘El Progreso’ del Dr. Wilde y luego por ‘El Quilmero’ de Pedro Giménez)
NUESTRO CURA
“El sábado predicará nuestro “simpático” (las comillas son del transcriptor) cura José Quesada en el templo de San Nicolás de Bari en la Ciudad (la ciudad siempre es Buenos Aires, pues Quilmes aún tenía la categoría de pueblo) donde se celebrará ese día la función anual que la Sociedad Damas de la Caridad hacen a la Inmaculada Concepción.”
NUEVO ALTAR
“Con placer hemos visto el nuevo altar que se ha construido en el templo de Quilmes. Va a ser inaugurado en el día de mañana. Ese altar lo ha regalado el señor Pedro Risso y señora (Cruz Baranda) y lo ha construido don Federico Sarra, conocido industrial de esta localidad. Es modesto, como no puede menos que serlo por la circunstancias. Ha sido construido en cuatro días de trabajo y el constructor es carpintero y no tallista como son generalmente los constructores de altares, pero así como es modesto ha quedado elegante por la misma sencillez que ostenta. El nuevo altar está situado a la izquierda, el primero, entrando al templo (aún existe en el mismo lugar la imagen del Nazareno donada por la hija de Andrés Baranda), por ese obsequio participamos al vecindario quien debe agradecer al Sr. Risso.
***
En El Quilmero del domingo 10 de diciembre de 1876, relata los acontecimientos de las fiestas patronales del pasado viernes 8. Y agrega que “… es agradable ver entrar las carretas y carros cargados de muebles de las familias que principian a emigrar de la Ciudad. En su mayoría son las personas que poseen propiedades para el objeto de pasar el verano. Sin embargo el pasaje entre la ciudad y Quilmes es un disparate. Cualquiera que viene a habitar y tiene la necesidad de viajar continuamente no puede resistir el sacrificio de pagar $ 10.- por legua de camino como el ferrocarril cobra.”
CURAS DE LA PARROQUIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
JUEVES 14 DICIEMBRE DE 1876
Se transcribe el discurso del Cura Quesada en nombre del Consejo Escolar, [3] del que era miembro, con motivo de la entrega de premios a los alumnos de las escuelas locales en las fiestas patronales.
“Señores, encargado por mis colegas a dirigir la palabra a nombre del CE, empezaré por felicitaros y felicitarme por la importancia que Quilmes al solemne acto de distribución de premios que va a tener lugar. No asistimos señores a una ceremonia vana ni nos reúne en este sitio el estimulo de la curiosidad o el simple deseo de corresponder a una invitación atenta. Nos hemos reunido para algo más importante, nos hemos reunido para comunicarnos mutuamente las impresiones que ha dejado en nuestro corazón la juventud que se educa en el partido […] el progreso del siglo esta dando gigantescos pasos, se ha concebido que la educación es el resorte, la palanca el gran motor para el perfeccionamiento de la raza humana y cuando conmovido el mundo como por una chispa eléctrica por doquiera se crean escuelas, se nombran preceptores, levantan colegios, fundan gimnasios. La provincia de Buenos Aires  hace un esfuerzo supremo para en pocos días en pocas horas poner en ejecución la ley de educación común, llamada a colocarnos a nivel de las naciones más cultas […] Entre los grandes, complicados y nuevos organismos creados por la indicada ley descuella la ley de los CEs. [… ]¿Cuál es la línea divisoria entre el salvaje y el hombre civilizado? La educación ¿En qué se distinguen los ignorantes de esos grandes genios que se llaman  Newton, Pascal, Descartes, Malhebran, Galileo y Couvier, en la instrucción. Hasta que todos los hombres gocen del inestimable beneficio de la educación de la  instrucción, la igualdad y la fraternidad serán una bella ilusión o hermosa mentira […] El CE en el primer año de su existencia no le ha sido posible levantar un nuevo templo de la ciencia y de la virtud,  pero orgulloso afirmo con la convicción del hombre honrado que he admirado una y otra vez las levantadas ideas, generosos propósitos y novísimos deseos de mis honorables colegas. Notad señores que ninguna gran institución se desarrolla rápidamente sino de un modo lento y majestuoso Ya llegara el día en que los Ces. Sean las grandes y respetables corporaciones de los pueblos […] Os conceptúo orgullosos con los premios alcanzados. Notad todos que hemos sido hombres falibles los que os hemos examinado y que habremos podido premiar el talento no la virtud y aplicación de que son las bases del engrandecimiento del hombre. En el talento no hay mérito propio, la virtud y aplicación son el tesoro y la gloria de los hombres […] Estos niños y niñas serán también algún día los celosos guardadores de la religión los héroes y heroínas de la patria los inspiradores de la libertad y honrados miembros y cabezas de familias en una palabra los dignísimos sostenes de la  civilización sociedad y progreso. He dicho.”
Se advierte en este discurso que este sacerdote católico se salta los parámetros del clericalismo e incorporó las ideas de la revolución francesa y los derechos del hombre, pensamientos repudiados por la iglesia romana. Había como este cura muchos que no siguieron el ultramontanismo que se oponía la ley de educación común y a la ley del matrimonio civil, por ejemplo el cura Fanego que también fue párroco en Quilmes fue sancionado en otra parroquia por casar salteando la ley civil. Ultramontanismo en el que se enrolaron también muchos laicos.
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Indudablemente que Pedro Giménez el propietario y director de El Quilmero no podía redactar todas las notas que su periódico presentaba dos veces por semana, pues a su tarea de redactor se sumaba la de linotipista. Debía tener ayudantes para ambas faenas y a veces redactaría el texto con los mismos tipos, lo que debía producir involuntarios problemas literarios. Y los ayudantes, quizá alguno de sus hijos o dependientes no muy duchos en los temas periodísticos, se encargarían de redactar las notas que él dictaba o mencionaba sintéticamente para su posterior redacción. Además se nota cierto prurito o cuidado para tratar un tema de índole religioso, la cautela en el uso de los términos hace evidente su anticlericalismo que en Giménez como en tantos hombres de esa época de auge del liberalismo era notorio. En la trascripción siguiente se hicieron algunas correcciones y modificaciones para facilitar la comprensión del lector actual.
En el lenguaje enrevesado y reiterativo que utiliza, en algunas notas, el segundo periódico quilmeño, se explica por qué a la plaza Dr. José Antonio Wilde le quedó el apodo de “placita de La Cruz”.
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DICE EL QUILMERO, DOMINGO 16 DE DICIEMBRE DE 1877
ESA CRUZ
En una bella plaza de este pueblo existe una cruz colocada en una base de material vieja y negra por la acción del tiempo y la falta de reparaciones. La cruz que en otros tiempos estuvo pintada de negro y ostenta  ese color de pelo de ratón en que degenera el negro cuando no es reparado. A más, a causa de haberse aflojado sus ajustes primitivos está atado el travesaño con alambres. Finalmente en el centro de esa plaza aquella cruz causa mal efecto no solo por su desgraciado estado sino porque no se explica su objeto en una plaza que tiene un título de muy distinto género (El Regocijo). Para justificar el motivo que hemos enunciado de no ocuparnos de esa cruz antes de ahora, nos remontaremos al tiempo anterior. Hace 18 años, si mal no recordamos, que el obispo Escalada visitó este pueblo y al llegar de paseo a aquel local hizo plantar esa cruz como una señal creemos que en su misión católica había llegado hasta allí. Es verdad que nos parece un poco problemática la colocación de ella pues entendemos por misiones católicas las que se hacen entre los salvajes en cuyo caso es que los misioneros abnegados que llevan a cabo tan arriesgadas empresas acostumbran a plantar una cruz en el límite hasta donde ha alcanzado su misión. En Quilmes cuando se plantó esa cruz creemos que aún quedaban del otro lado de ella poblaciones de cristianos y aquella no pudo de ningún modo significar el límite de una misión puesto que se plantaba en un pueblo donde no existían salvajes. Desde entonces ese madero ha permanecido allí, siendo cada día más notable porque cada vez se ha ido poblando ese radio y a medida que aumentaba la población la existencia de ella en una plaza bella que domina el río es ridícula. Hemos permanecido en silencio aunque con el deseo de abordar el asunto hasta convencernos de su inutilidad. Hoy después de las dos visitas continuas del arzobispo Aneiros nos hemos convencido y lo abordamos. El arzobispo no ha visitado ni siquiera una vez esa cruz, que si no trae el recuerdo de abnegados misioneros que hubieran penetrado hasta el corazón de las tolderías de los salvajes, señala una visita que su antecesor hizo a Quilmes. Ese olvido del actual prelado de la Iglesia significa la inutilidad de esa cruz  en la plaza y la ridiculez de su permanencia allí. El arzobispo ha ido al río más de una vez, a San Juan (Florencio Varela) y a otras partes lo que prueba que no le faltó tiempo para hacer una visita pública a esa cruz, pero no la ha hecho. Y no la ha hecho porque no sabrá quizá que tal cruz existe aún después de 18 años colocada donde no tuvo objeto en aquella época que ya no quedaban salvajes en Quilmes y mucho menos lo tiene ahora. Apoyado en ese antecedente, que es demasiado convincente y en la buena razón protestamos contra la permanencia de esa cruz en la plaza indicada en nombre del ornato del pueblo. Y si quieren guardar ese recuerdo como una reliquia para perpetuar la memoria de la visita de aquel virtuoso prelado trasládese la cruz al cementerio u a otra parte, pero sáquese del dentro de esa plaza por causar mal efecto. Los paseos públicos de los pueblos civilizados no están destinados para conmemorar misiones que no tienen objeto porque se hacen entre gentes que no son salvajes […] Sáquese ese madero por honor del ornato del pueblo y del nombre de civilizado que lleva este vecindario.”
La cruz se trasladó luego a la iglesia parroquial, actual Catedral, y de allí la Museo "Quilmes de antaño" en la calle Alem entre Mitre y Alvear, predecesor del Museo Hitórico Regional Alte. Guillermo Brown.
FIESTAS PATRONALES DE 1878.
En el acto de entrega de premios a los educandos habló la señorita Carmen Campero: "Pertenezco a esa mitad del género humano que a pesar de estar dotado de los privilegios morales que goza el hombre ha permanecido relegado durante mucho tiempo por olvido y sumido en la ignorancia y al oscurantismo por eso no debe ser extraño que me muestre perpleja en estos momentos para dirigiros la palabra pues tengo que violentar el círculo de acción bastante estrecho en que se han deslizado los primeros días de mi existencia. Pero señores, cuando me hallo rodeada de una atmósfera tranquila y apacible cuando me vienen los recuerdos tiernos y grandes de mi infancia lanzo una mirada hacia mi reciente pasado y no puedo."
EL QUILMERO JUEVES 9 DE DICIEMBRE DE 1880.
LAS FIESTAS PATRONALES AÑO IV Nº 522
Hubo un prestidigitador El Sr. Moya y entre los entretenimientos que realizó, dice el periódico. “… enseguida presentó al examen del público que la revisó del con todo cuidado y luego pidió que alguno de los presentes fueran a cargarla. El Sr. Bazterrica se brindó a hacerlo y la cargó perfectamente colocándole la bala recién hecha a la vista de todos. Luego colocándose el prestidigitador en una silla con un plato de loza en la mano. Hizo colocarse al nombrado en el extremo opuesto del salón y le mandó que le apuntara e hiciera fuego, el tiro salió y el señor Moya lanzó (atrapó) la bala de dentro de la boca.
EL QUILMERO DEL JUEVES 23 DE DICIEMBRE DE 1880
Salió la siguiente noticia bajo el título “Niño Perdido – Mil pesos de gratificación
Se ha extraviado un niño de 9 años llamado Vicente González. Estando colocado en la chacra de don José Casentín, partido de Quilmes, dice su patrón que lo mandó para la casa de sus padres, partido de San Vicente, no habiendo llegado a esta ni regresado a la chacra de referido Casentín. Se suplica a las autoridades en general como a todos los padres de hijos, (¿) que quieran transmitir noticias a la oficina del El Quilmero en Quilmes, si las obtuvieran del paradero de este niño; ofreciéndose $ 1000 de gratificación. A los demás periódicos también se les suplica la reproducción de este aviso previniendo que los padres del niño perdido han dado los pasos oportunos ante la autoridad respectiva." (Firma) Guillermo González.
Esta noticia salió hasta el jueves 6 de enero de 1881. Ya en número del domingo 9 de enero de ese año dejó de aparecer.
Compilación Chalo Agnelli
* Cada foto es en sí misma una miscelánea.
NOTAS


[1] Ver en EL QUILMERO del martes, 14 de junio de 2011, "Festejos Patronales de Quilmes". Los artículos periodísticos fueron tomados textualmente de los periódicos salvo algunas aclaraciones entre paréntesis para dar mayor comprensión al texto.

[2] Ver en EL QUILMERO del martes, 6 de diciembre de 2011Los Festejos Patronales antes de establecerse la fecha de la fundación de Quilmes

[3] De ahora en adelante CE