lunes, 9 de noviembre de 2009

ENTREVISTA A DON AGUSTIN GOÑI - BERAZATEGUI (COLABORACIÓN)


Miembro de una vieja familia pionera de Berazategui

Colaboración del maestro Enrique Premoli

El pueblo de Hudson  o más propiamente, de Guillermo Enrique Hudson,  constituyó un núcleo de pobladores muy antiguo, casi diríamos — que es el más antiguo del actual distrito de Berazategui.
Hace más de cien años se instalaron en sus campos los primeros pobladores y de ello dan testimonio en el presento sus descendientes y los magníficos establecimientos que se mantienen en actividad.
Durante el año 1977, Avelina Rivero y Luís Martín Nolfi, efectuaron diversas entrevistas a viejos y calificados vecinos de Hudson, recogiendo en cintas magnetofónicas la conversación mantenida en esas oportunidades. En este número del "BOLETÍN”, presentamos la versión -integra de la correspondiente a don Agustín C. Goñi.
Nuestro entrevistado nació el 15 de septiembre de 1894 y es hijo de Martín María Goñi y de Juana Aristizábal. De esa unión también na­cieron: José Nicanor, Martín J., Julián Evaristo, Victoria María, Ri­cardo F., Enrique Marcos, Rosa J, y Luís María.
Don Martín María Goñi, nació el 22 de noviembre de 1867 y falleció el 20 del mismo mes de 1920, 3º hijo de José María Goñi y de Victo­ria María Sepúlveda, y fueron sus hermanos: José Ignacio, Francisco M., María, Francisco, Juana y Agustina.
José María Goñi, es decir el abuelo de nuestro convecino Agustín llegó a Hudson en 1858, y compró el campo que más o menos forma la actual propiedad familiar. Casó en segundas nupcias con Antonia Epeloa, unión de la cual nacieron Pascuala, Francisca, Ramona, Albina, Julián y Cándida.
Transcribimos a continuación la versión de la conversación realizada el 20 de septiembre de 1977:
- ¿Cuáles fueron los antecedentes de estas tierras?
- Estas tierras fueron asignadas por el virreinato a los colonos inmigrantes españoles. Estaban comprendidas entre el arroyo Sarandi y el arroyo del Gato y fueron vendidas a un tal Núñez y algunas a Maga­llanes, vecino do Berazategui en 1812, quien estaba casado con una Gutiérrez. En 1858 los Goñi se la compraron a Magallanes.
El abuelo construyó un rancho sobre la Posta de Gutiérrez, lugar situado dentro del actual barrio obrero, en el Pueblo Nuevo, adonde nació mi padre y más tarde en 1870, se construyó la casa actual.
- ¿Cuántas eran las hectáreas de ustedes?
- Iban desde este punto (frente a la estación del ferrocarril ac­tual) hasta la primera lengua de agua sobre el Río de la Plata. En 1860, se hizo una mensura hasta el río y en 1868, una mensura hasta al pajonal; unos 1.500 metros. La primera estación de Ferrocarril era El Palo. Cuando alguien quería subir al tren, lo paraba con una bandera que venía a buscar a la casa vieja, a lo de mi abuelo. Era más o me­nos, el año 1880. El tren iba y venía de Ensenada. Del otro lado de la vía (Pueblo Viejo) había un boliche, la peluquería de Rodríguez y de este lado, la escuelita de madera y chapa de zinc. Después allí se levan­tó un galpón donde guardábamos los aperos. En esa escuelita no funcionaban más que 1º; 2º y 3º grados. La maestra no recuerdo como se llamaba.
- ¿Y no había caminos?
- Antes del 80 no había caminos, y las galeras venían por el bañado porque allí no eran necesarios puentes ya que los arroyos podían vadearse fácilmente.
- No era obligación dejar caminos por entre medio de los campos?
-No. Cuando se hizo la mensura, de conformidad con Leonardo Pereira, Leandro Piñeiro y Goñi, había mil o más metros en dirección al noroeste, llegando al campo de la comisaría. Por entonces mi abuelo compró en sociedad con un hermano el campo de Podestá.
- Hablemos de las galeras.
- Las galeras que venían del sud, tenían sus paradas en lo que es hoy el barrio Textil, en los Tres Ombúes, alrededor de 1865. Pasaban por la casa del abuelo, la Posta de Gutiérrez y después iban por la costa, pasando por Madariaga, Juancho hasta Necochea, para internarse luego hacia el Oeste a Tornquist. Este camino estaba marcado por zanjas. Algunos lugares estaban blo­queados por los indios. Luego hubo una línea telegráfica desde Buenos Aires al puerto de La Plata que pasaba por nuestra casa vieja, que en 1870, estaba rodeada por una cerca de ligustros.
- ¿Qué actividades realizaban ustedes?
- La ganadería, Mi abuelo vino soltero y se casó aquí. Dicen que trajo la señora en ancas. En el arroyo de Plátanos no había puente, así que había que pasarlo a caballo. Una parte de esos campos los compró Davidson a Piñeiro.
- ¿Cuando la Revolución del 90, hubo aquí algún movimiento?
- En Hudson acamparon algunas tropas, donde está la estación, pero na­da más.
- ¿Había fábricas aquí en Hudson?
- Una destilería de alcohol y una chacinería.  Carlos Sepp en sociedad con su hermano Roberto puso una fábrica de vinagre en 1902, donde hoy está  La. Humanitaria. Don Claudio Ruiz, ganadero, loteó el pueblo en seis manzanas, desde la barrera hasta el almacén del portugués y donó las tierras que ocupaban la escuela y la Iglesia.  En esa Iglesia de Santa María, el primer casamiento fue el de Roberto Sepp.
- En 1894, se casó allí don Bernardo Lassalle. ¿Cómo se construyó la escuela? ¿Con el aporte popular?
-Sí. La escuela la construyó el pueblo. Una construcción en conchilla pues en ese tiempo no se traía la arena de Montevideo. Fue en la revolución del 90 que mataron al albañil que la hizo. La primera direc­tora de la escuela fue la Sra. de March. Después vinieron los Traversa, acopiadores de granos.
- ¿No recuerda quien era el primer cura de la Iglesia?
-Era un italiano. No recuerdo el nombre. Después fue Cairolo que se trasladó a Tolosa y un tal Romero. Al cura italiano le gustaba pescar y cazar y un día, al bajar del bote le alcanzó la escopeta a otro, que la tomó con tan mala suerte que se escapó el tiro y lo mato. En 1912, era director de la escuela, don Leonardo Presas y las maestras sus dos hijas, Pilar y Asunción.
- Presas fue también el primer presidente de La Humanitaria. ¿Y ustedes, tenían algún puesto?
- Teníamos un puesto en la costa. El puestero se ocupaba de plantar los montes. En los pajonales se hacían montes de sauces y de allí se sacaba la leña. Pero recién se pudo llegar al río, hacia 1905 o 1906. Hasta .entonces se iba por Berazategui y esperar que la marea bajara para volver por la costa. No había población hasta Bacigalupo
- ¿En la costa de Berazategui estaban ya Rolando y Altieri
- No ellos vinieron después.
-  ¿Don Agustín, usted acompañaba a su padre a recorrer el campo?
-Sí. Íbamos a revisar los montes, unas 200 ha También teníamos tambos pero en 1935, los largamos.
- ¿Recuerda algunas crecientes brava?
- Sí. Una fue en agosto de 1914,  otra el 8 de julio de 1923, el río salió de cauce unos 250 m., pero la del 18 de abril de 1940, fue la más grande, llegó hasta 300 m. de la casa.  En la de 1923, se perdieron muchos animales, no había experiencia. Herrera Vegas perdió 500 vacas en un solo potrero. En 1940, murieren dos chicos. Yo recuerdo que ni padre salió a recorrer el campo y mi madre le alcanzó una lámpara. Era. una noche terrible de viento y lluvia.
- La primera estación se llamó Conchitas. ¿Por qué?
- La primera tierra para la estación la donó Sturla, pero no le quisieron poner su nombre, como él pedía y se llamó Conchitas, por la cantidad de conchilla y caracoles que había en el lugar.  El nombre de Hudson se lo puso el  Dr.  Fernando Pozzo.  Los viejos dicen que la casa de Hudson no es la que él señaló, sino una casa de 25 ombúes a 8 km. de la desembocadura del arroyo Conchitas.  Hudson, dice en une de sus escritos,  que nació en una vivienda rodeada de 25 ombúes, cer­ca del puente del arroyo, del lado de los Santa Cruz.  Hudson venía a tomar el tren aquí y otras veces a Berazategui. Según esos datos, es­taba cerca del camino de las carretas, lo que fue el camino del Touring Club (Av. Calchaquí). Uno de los caminos iba a Chascomús,  el otro a Magdalena.
- ¿Cómo se abastecían de mercaderías? –
- Aquí en el boliche. A veces a Quilmes. En Berazategui no había nada.
- ¿A La Plata no iban?
- No se podía ir a caballo, había que hacerlo en volanta. Se iba muy poco.
- ¿Cuándo se instaló la maltería de los Bemberg?
- En 1918,  en 30 ha que eran de nuestra propiedad y les vendimos.
 - Cambió la  fisonomía del pueblo?
- Muy poco y despacio.  En 1910 ó 1911, compró tierras por aquí don José Berazategui y González compró las de Olazar y las vendió en remate a: Vaccaro, Newbery y Di Paolo. Newbery hacia 1910 ó 1907, cayó con un globo del otro lado de la Maltería, cerca de La Humanitaria. El viento empujaba el globo hacia el río, iba y venía, hasta que al anochecer lo hicieron descender. Él compró hacia 1910 esa tierra.
- Tengo entendido que el pueblo viejo de Hudson se llamó Villa Itatí.
- Fueron ocho manzanas que loteó don Claudio Ruiz y le puso ese nombre por la hija, Matilde Pearson. La Villa Elena eran dos manzanas de frente por tres de fondo entre los montes de Ayerza.
- ¿Adónde iba la muchachada de su tiempo a divertirse,  a bailar? Pienso que a La Humanitaria.
- La principal diversión eran las romerías de Villa Elisa en La Fraternal que duraban dos meses, todos los sábados. En la plaza se levantaba un tablado y alrededor se ataban los caballos,  los coches y las carretas, pero a las 12 o la 1 de la mañana, todos abandonaban el baile porque eran tamberos y hacían el tambo a la madrugada, no como ahora que lo hacen con el sol. Cuando nosotros no íbamos allí,  ellos venían acá y eran recibidos por la comisión y la banda para agasajarlos. Pero había una diferencia entre los bailes de Villa Elisa y los de acá; las chicas no asistían si no iba uno de la comisión en coche a buscarlas y con la obligación de llevarlas después a sus casas.  Venían las de García, de Elortondo, las de Achucarro, de Pereira, las de Vidaurreta, Carricart, las de Calegari de Florencio Varela.
- Se dice que en La Humanidad, a las 2 de la mañana se servía un chocolate y masas a las señoras y los hombres pasaban al buffet y que una vez se robaron la olla los del barrio de otro lado de Plátanos y que por eso se llama el barrio de La Olla.
- No. Eso es una leyenda. La olla se encontró dos días después en un pozo, pasando la Cina Cina, donde hay un bebedero.
- ¿Recuerda otros nombres de los pobladores de la zona?
- La almacén de Pedro Arán, primero fue de García; la quinta de los Vasallo, la de Ayerza; la casa de Curti que después compró la abuela, Ramón Tavieres y Villegas, puesteros de los Pereyra sobre la costa; Leandro Piñeiro, Elesgaray...
- ¿Llegaban aquí los diarios?
- Venían por el tren, más puntuales que ahora.
- ¿Cuál era el Puerto Colores?
- El Dr. Emilio Torre lo señaló en uno de sus escritos. Allí venían los barcos ingleses con mercaderías que descargaban y cambiaban por las que traían las carretas: trigo, cueros y pieles. Se le dice el puerto pirata. En 1870, la  salida de las carretas se hacia por este campo. En la costa donde estaban los ranchos había una huella que atravesaba y con palos de ñandubay se hacia el puente. El arroyo Grande o Colores salía al monte en Pereyra, desde el arroyo del Gato. Aún estaban los cauces que venían desde ese arroyo. Después los cerraron. Se agrandaban por el desborde del Gato y por las lluvias. En una lluvia que duró dos horas, cayeron 180 milímetros. Cruzó la vía, se llevó el terraplén e inundó todo hacia Plátanos, Ranelagh y Ezpeleta. Ahora lo niegan.
- ¿Habían entonces pájaros, animales?
- Había gallinetas de monte, después se extinguieron. También avestruces y ciervos. Desaparecieron los gatos monteses. Cuando las crecientes había víboras de la cruz. En 1914, todavía vi algunos carpinchos. Las nutrias aún aparecen. Había flamencos, cuervos, miles de gansos. Patos no hay.
- ¿La costa fue alguna vez refugio de malvivientes?
- Creo que no. Si había algún extraño, uno se cruzaba con ellos se saludaban y nada más. Marcelino Vázquez, un pescador de la zona los alejaba.  Una vez, en 1926, asesinaron a un agenciero de le calle 25 Mayo de Quilmes. Los llevaban al sur, pero al largar amarras el barco se largaron al agua y desaparecieron. Creo que en la costa del río me crucé con ellos. Eran gente brava pero no atacaban.
- ¡Que puede decirnos del contrabando por la costa?
- Del contrabando mucho es leyenda, pero hay cosas ciertas. Con sólo ver el movimiento que había se daba cuenta. Hubo grandes contrabandos.
- Además de la ganadería, ¿Había ovejas, mulas y caballos?
- Ovejas no, mulas tampoco. Podestá supo tener ovejas, pero en una  creciente se le murieron la mitad. Cerdos había unos pocos. Se comenta que antiguamente, en Pereyra, se criaba la caballada para el ejército de Rosas. Dicen que el bisabuelo de estos Pereyra era sastre y que Rosas le dio el campo en pago de una deuda.
- ¿Conoce otra persona que pueda, aportar, otros datos?
- Muchos han fallecido. Creo que todavía vive el Negro Machado. Una vez vino a verme. Me dice: “Vos sos Agustín. Te conocí cuando ibas con tu padre a la costa.” Y era cierto, siempre nos regalaba el pescado, jamás quiso cobrar. Venía a pedirnos unos palos para el rancho. Di la orden que le eligieran los mejores. Me parece que vive en Villa España. Fue dueño de unas 14 has. Que le dio Robustiano Acuña con la condición de que se casara con la mujer que vivía con él. Después esas hectáreas se las vendieron a Libertón.
- ¿Cómo nació la estación Conchitas?
- Mi abuelo vendió a Huergo esas tierras.  En el ínterin vino el ferrocarril y Huergo las donó, pero quería quE le pusieran su nombro. Como no cumplió en el pago y no se había escriturado, mi abuelo  tuvo quo ver con eso de Conchitas, por las canteras de conchilla.
- ¿No estuvo por acá don Florentino Ameghino, el naturalista y geólogo?
-No lo recuerdo. En 1973 ó 74, vinieron unos geólogos de La Plata para hacer excavaciones por cerca del rancho. Encontraron unas cuantas piezas de cerámica. Según dijo uno de ellos que era profesor de la Universidad, tenían cerca de 2000 años. Buscaban también un cementerio antiguo que suponían que había, por existir allí una concentración grande de indios. Llevaron las piezas para estudiarlas y que las iban a devolver, pero hasta ahora, no lo han hecho.  

LA CASA LARGA “EN HUDSON”
Con esta denominación se conocer una construcción visible desde el tren del lado sur de la Maltería y hacia el este de las vías del ferrocarril. Esta casa fue edificada hacia 1880, por José María Goñi, cuando se vendió a la Destilería Franco Argentina (Sepp y Bemberg) la manzana que parcialmente ocupa la construcción estaba compuesta de once departamentos, de dos piezas cada una con cocina y su destino era ser alquilada a la gente que iba a trabajar al nuevo establecimiento industrial a $ 4 mensuales por departamento.

Reportaje hecho aproximadamente en 1980, por docentes de la escuela María Ward. Aportada para este blog por el Prof. Enrique Premolí.

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