viernes, 30 de abril de 2010

LA MODA QUILMEÑA "EL ARTE" Y "EL CAPRICHO"



En la década del 40´ los quilmeños contaban con varias tiendas que los proveían de lo más actualizado en el "arte del vestir". Los más atentos a la elegancia y a la seducción a través de la indumentaria se sentían más que satisfechos.
Además de estas casas exclusivas o populares, había eximios sastres y imponderables modistas de haute couture, como Ana María del Ponte de Peruzotti y María del Pilar Arozena de Pérez de la casa Femina (Rivadavia 311)


¡¡¡MIREN QUE PRECIOS!!!


EL QUILMERO SALE A LAS ESCUELAS. V y VI.- ESC. Nº 16 "GRANADEROS DE SAN MARTÍN"

El miércoles 28 de abril terminamos el mes con una visita a la escuela Nº 16, mañana y tarde. El tema “LA COLONIA DE VALERGA”. Falló la tecnología, pero con verba diestra supimos atrapar el interés de los pibes que ya estaban bastante motivados por sus maestras: Elisa Caluori (en ambos turnos) y María Rosa Almoda.
¡La querida escuela del barrio! Fuimos muy bien recibidos en esa escuela donde, años atrás, hicimos docencia, se educaron nuestros hijos y acompañamos en los festejos de sus 100 años.  La directora Sra. Adriana Cantero, es una entusiasta seguidora de EL QUILMERO.

jueves, 29 de abril de 2010

HISTORIADORES "LOS PRECURSORES" PRÓLOGO - CONFERENCIA DEL 25/3/10

 Continuando con el tema de los Historiadores Quilmeños que venimos desarrollado se transcribe el prólogo del folleto pusimos al alcance del público y entregamos especialmente a descedientes de estas personalidades que investigaron sobre la historia local. También se entregó copia a la  Junta de Estudios Histórico a la Biblioteca Pedro Goyena y a la Biblioteca Domingo Faustino Sarmiento. 
PRÓLOGO
Comenzando las actividades de los 200 años de la Revolución de Mayo, la Comisión del Bicentenario Quilmes 1810-2010 consideró rendir un tributo a aquellos que trazaron un surco en la historiografía local, aquellos que, según Tolstoi, desde la aldea describieron el mundo.
La presidenta Lic. Nancy Castagnini tuvo la deferencia de encomendarme esa tarea que emprendí con el convencimiento del objetivo que se perseguía, con el placer con que realizo mis trabajos de historia local y con la intención primordial de hacer docencia divulgando nuestro pasado y afirmando nuestra identidad quilmeña.
Influido por mi familia materna, extensa y profundamente vinculada a Quilmes, desde los primeros años de mi niñez sentí curiosidad por nuestra historia, quizá instigado por las anécdotas de mi abuela y sus primas, por las charlas de sobremesa que eran un rito impostergable en mi familia, pero tengo la certeza que las conferencias y actos alusivos a los que asistí con motivo de las celebraciones del tricentenario quilmeño, en 1966, fueron los disparadores que trazaron esta impronta historicista y localista que me acomete.
Crecemos con y en los otros. La calidad del propio crecimiento es directamente proporcional a la calidad integral de las personas con que nos rodeamos en la vida. Y esa calidad no está determinada por los conocimientos académicos, los títulos acumulados, la fortuna material ni el prestigio social que caracterice a una individuo cualquiera, sino por su altruismo, sus valores humanísticos, su honorabilidad, el genio afable y generoso, el reconocimiento que sepa mostrar en acciones provechosas para los demás, el don de gentes con que se acerque al otro y permita que el otro lo encuentre para compartir acciones en bien propio y que repiquen para bien de toda una comunidad. Gozar de estos atributos y tener la capacidad de advertirlos se resume en sabiduría de vivir.
Inauguré ese 1966, el 18 de junio, en la Biblioteca Pública Municipal “Domingo Faustino Sarmiento” de la que era, y aún soy, empecinado concurrente y donde llegué a gozar, no de la amistad pues la diferencia de edades era grande, pero sí de la consideración y el interés por los temas que me llevaban de su director el profesor Carlos Guillermo Maier. En 1970 hice un curso de bibliotecario para maestros dictado por este docente en la escuela Nº 6 de Bernal.
En esa ocasión el profesor Juan Carlos Lombán, que era director del colegio San Jorge, brindó, un homenaje al Dr. José A. Craviotto, el máximo historiador de Quilmes, que había fallecido el año anterior. Su pérdida tan temprana abría un bache en la cultura quilmeña. Se percibía una gran congoja en el ambiente. Si bien yo era muy joven, tenía especial percepción por del ánimo circundante, condición aún conservo en menor medida.
No imaginaba, en ese entonces, que en el futuro compartiría tantas vivencias con el Prof. Lombán y con su esposa Lucrecia. Para mis escasos 20 años resultaba un intelectual inaccesible, pero sus palabras, recomponiendo la biografía del Dr. Craviotto, me permitieron comprender ese impulso llamado pasión, con el que algunas personas transitan por la vida.
La segunda experiencia reveladora fue el martes 9 de agosto. Con mis amigos Vicente Morandi, Juan Eduardo Alonso y Lucho Illanes asistí a una charla del profesor Manuel Ales, en el Círculo Universitario, que ilustró con diapositivas. Simultáneamente Ales presentaba su libro “Quilmes fin de siglo” con el irrepetible plano topográfico del pueblo de Quilmes, levantado por orden superior por la comisión del Sur en 1856 y actualizado hasta 1890, por el mismo Ales, en 1963. Conservo un ejemplar de dicho libro, obsequio del Prof. Maier, firmado por él, con correcciones que Ales le había hecho el 18 de junio de ese mismo año, para próximas ediciones.
En ese entonces, aún, se respetaban rigurosamente los horarios, de modo que la conferencia empezó a las 18 hs en punto y, una vez concluida, con mis amigos, corrimos en el Ford Falcon de Lucho - en verdad de su padre - hasta la escuela Media Nº 3, donde Juan Eduardo estaba terminando la enseñanza secundaria, a otra charla. El conferencista era el secretario de la Comisión de Cultura de la municipalidad, José Goldar.
Conocía a los Goldar, padre e hijo, como vecinos, habitaban una casa próxima a la mía, en La Colonia, a pocos metros de la plaza Aristóbulo del Valle. Su tema fueron los 300 años del transcurrir histórico local y la apoyó con diapositivas. Como las presentaciones de los profesores Lombán y Ales fueron reveladoras, la de Goldar fue motivadora.
Al concluir se informó a los presentes que don Luís Otamendi continuaría el ciclo de conferencias-aniversario el sábado siguiente, a las 11 hs. en el 2º piso de la municipalidad. De modo que el sábado 13, víspera de al fecha conmemorativa, a las 10:45 hs. estaba en la puerta de la comuna solo; mis amigos esquivaron con elegancia mi compañía. No era su tema. Arrastrarlos a dos conferencias en un mismo día fue mucho para ellos.
En la puerta me informaron que era exclusiva para personal municipal, pero entre los que llegaban estaba, Omar Andragnez y Felipe Ruesta, ambos municipales, amigos de mi familia y entré con ellos.
No recuerdo por qué inconveniente el señor Otamendi no concurrió, pero envió el texto de la charla que leyó el Prof. Ales, su amigo y par en varios trabajos históricos.
A don Luís lo había conocido el 17 de agosto de 1964 en su homenaje al Dr. José Antonio Wilde, que realizó en la Biblioteca Sarmiento. Charla que me instó a leer “Buenos Aires desde 70 años atrás”, las misceláneas del Dr. Wilde que releí varias veces; libro del que, además, colecciono de distintas ediciones (la más antigua que poseo es de 1904) Así como la reiterada mención de Guillermina Sors por parte de estos historiadores me condujo a su libro “Quilmes colonial”.
A partir de 1974 comencé a compartir con el señor Otamendi reuniones y actividades en la Sociedad de Escritores de la Provincia que se había fundado por iniciativa del Prof. Francisco Míguez. Ambos, y también el Prof. Ales, fuimos miembros de su comisión directiva.
No recuerdo con precisión el tema que se abordó ese 13 de agosto; no quiero presumir de memorioso, pero arriesgaría que trató sobre el pueblo originario que nos dio nombre y gentilicio a los aquí nacidos. Ayuda a mi memoria el hábito, que siempre tuve, de tomar notas durante las charlas, apuntes que aún conservo en su mayoría.
A esta altura de las conferencias ya estaba totalmente compenetrado de la historia quilmeña, de modo que a las siguientes asistí por necesidad vital.
El 16 de agosto, creo que era martes, nuevamente disertó el profesor Lombán. Fue sobre los primeros maestros quilmeños, dando contemporaneidad a los hechos locales con los procesos históricos nacionales y universales.
Cerré el ciclo el 9 de setiembre, nuevamente en la biblioteca, donde la señora Violeta Shinya trazó una semblanza biográfica y literaria de su tío abuelo, Guillermo Enrique Hudson. A partir de la cual devoré casi toda la obra traducida del “hijo dilecto de Quilmes”.
Todas las conferencias realizadas en la Biblioteca Sarmiento las abría el Prof. Maier. Este extraordinario maestro, como director de esa institución, tuvo la iniciativa y la inquietud de preservar esas investigaciones, publicándolas en la Serie de Medallones Biográficos, la Serie Bío-bibliográfica y la Serie Archivos y Fuentes de Información; material de consulta fundamental para los historiadores actuales.
Esta descripción muestra una manera informal de llegar al conocimiento partiendo de intereses previos. Conocimientos que si existe la curiosidad como conducta o surgen motivaciones sustanciosas se va incrementando con nuevas experiencias.
Me creo en el deber de mencionar esta anécdota personal pues las actitudes de vida de estos historiadores, como las de quienes fueron mis profesores Rodolfo Merediz, Palmira Bollo Cabrios y el Dr. Antonio Pérez Amuchastegui, fueron demarcatorias de mi quehacer en la historia, como lo deben haber sido en otros individuos, y por eso principio este prólogo con esta frase: “Crecemos con y en los otros. La calidad del propio crecimiento es directamente proporcional a la calidad integral de las personas con que nos rodeamos en la vida.”
Hay figuras de nuestra historia que, por tiempo y espacio, no se reseñan en este documento, elaboré las biografías de aquellos que consideramos los primeros y que dejaron trabajos fundantes. Otras biografías como las de Lila Giordano de Campelo y de Evaristo Iglesias, las presenté en “Maestros y Escuelas de Quilmes”; y la del periodista Juan Carlos Buceta Basigalup en “Cuadernos de Identidad Nº 1”.
Sin embargo el homenaje es hacia todos, hombres y mujeres que trabajaron para reafirmar la identidad de los que hoy habitan los partidos de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, territorios del viejo Pago de la Magdalena con un origen común.
Prof. Chalo Agnelli
El Prof. Lombán hablando sobre las ideas de Manuel Belgrano acerca de la economía de la patria naciente.
Entregando un folleto de la conferencia a la Prof. Alicia Otamendi Etchevertz hija de don Luis Otamendi.
El presidente honorario de la CBQ Prof. Lombán con la Prof. Sara Amarena de Goldar, la presidenta Lic. Castagnini y el conferencista Chalo Agnelli.
Con la Prof. Julieta Firpo de Nuñez, hija del historiador de Bernal 
don Felipe Jorge Firpo
Con la Prof. América A. Trgovcie, secretaria de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes
Con el Sr. Armando Ales, hijo del Prof. Manuel Ales.
Con don Luis Gerardo Barbieri, historiador de San Francisco Solano.
Con don José María Massa, yerno del Dr. José A. Craviotto.
(Se agradece la colaboración del fotógrafo Carlos Scott)

HISTORIADORES, "LOS PRECURSORES" - CONFERENCIA DEL 25/3/10

TRIBUTO 
JOSÉ ANDRÉS LÓPEZ (Barracas al Sur, hoy Avellaneda. 1851- Quilmes, 1932)
FERNANDO POZZO (Entre Ríos. 1867 – Quilmes, 1950)
CÉSAR BARRERA NICHOLSON (Quilmes. 1891 – 1977)
JOSÉ GOLDAR (Capital Federal. 1898 – Quilmes, 1981)
JOSÉ ALCIDES CRAVIOTTO (La Boca, Cap. Fed. 1900 – Quilmes, 1965)
MANUEL ALES (Quilmes. 1902 – 1974)
GUILLERMINA SORS DE TRICERRI (La Plata. 1904-1958)
LUIS EDUARDO OTAMENDI (Concepción del Uruguay, Entre Ríos. 1905 – Quilmes, 1980)
FELIPE JORGE FIRPO (Bernal. 1912 – 1998)
PALMIRA SAGRARIO BOLLOS CABRIOS (Paraná, Entre Ríos. 1919 – Quilmes, 2002)
CARLOS GUILLERMO MAIER (Alemania. 1922 – Quilmes, 1975)
JUAN CARLOS LOMBÁN (La Colina, Gral. Lamadrid, Pcia. de Bs. As. 1927 - Quilmes, 2014)
JOSÉ ABEL GOLDAR (Quilmes. 1928 – 1986)
LUÍS GERARDO BARBIERI (Avellaneda. 1930)
Y A ESTOS SIGUIERON:

DARDO ABBATTISTA - CHALO AGNELLI - MARÍA DEL CARMEN AIZPURUA – ARMANDO ALES – ORESTE ALES (+) - HÉCTOR BANDERA – CLAUDIO BUFFEVENT (+) - RODOLFO CABRAL - NANCY CASTAGNINI - LIDIA CASTELLANI - ORLANDO CELLA (+) - JUAN J. CORVALÁN LILA GIORDANO DE CAMPELO (+) - JUAN CORVALÁN - ANA MARIA DE MENA - FRANCISCO JUAN  DEVICENZI - THELMA FORNABAIO DE ARREGUI - CLAUDIO ETCHEVERRY - CARLOS EUSEBI - CÉSAR GARCÍA BELSUNCE – RAQUEL GAIL - VÍCTOR GIORDANO - NOEMÍ GIRBAL DE BLACHA - VICTOR G. GULLOTA - ANTONIO IGLESIAS (+) - EVARISTO IGLESIAS (+) - DAVID IURESCIA . ATANASIO LANZ (+) - SILVIA B. LAZZARO - JORGE HÉCTOR LEVORATI - GRACIELA LINARI - JORGE MÁRQUEZ - MERCEDES MARTÍNEZ DE VÁZQUEZ – FRANCISCO MÍGUEZ - ÍTALO NONNA - MARÍA LUISA NÚÑEZ - MARTA OLIVA - GOTARDO PEDEMONTE (+) - NILDA RAMOS - OSCAR RODRÍGUEZ CARAVELLI - MABEL RODRÍGUEZ DE CONTARDO - MATILDE INÉS SALUSTIO - DANIEL SALVANEVSKY - ALFREDO SAN JOSÉ (+) - FERNANDO SAN MARTÍN - CLAUDIO SCHBIB - EMILIO SCIAINI - AMÉRICA ARGENTINA TRGOVCIE Y NO SE PUEDE OBVIAR LOS APORTES HISTÓRICOS EN LA IMAGEN DE SANTIAGO DE LA FUENTE – ALCIBÍADES RODRÍGUEZ – CARLOS SCOTT – RODOLFO MALAVER - MARCOS CARBALLO...

 TAPA DEL FOLLETO ELABORADO SOBRE LA CHARLA DE CHALO AGNELLI

HISTORIADORES DE QUILMES "LOS PRECURSORES" - CONFERENCIA DEL 25/3/10 -

Como miembro y responsable de prensa y difusión de la Comisión Bicentenario Quilmes 1810-2010, el jueves 25 de marzo comencé las actividades de este año tan significativo para la historia nacional con un homenaje a los precursores de la investigación histórica local. La conferencia se hizo en el Colegio de Abogados. 
Esta es una síntesis de lo expuesto de acuerdo a una larga tarea de investigación y entrevistas realizadas desde noviembre de 2008.

CONSIDERACIONES PRELIMINARES 
Abro el trabajo con un panorama global para acostumbrar la retina del lector al desgranar de las biografías escuetas que aquí se presentan.
Se armó el trabajo desde lo cronológico, la fecha de nacimiento y el transcurrir de las vidas de estos precursores de la historia quilmeña coinciden con la evolución historicista de la localidad, incluyendo Berazategui y Florencio Varela en sus debidos tiempos y espacios. 
Comienza este transitar histórico con el escribano José Andrés López que con la evocación autobiográfica de “Quilmes de antaño” funda la historia local desde la oralidad y la miscelánea, tan en boga en la literatura argentina de fines del siglo XIX. Como ejemplo baste citar “Buenos Aires desde 70 años atrás” que el Dr. José Antonio Wilde publica en la imprenta de otro vecino quilmeño don Carlos Casavalle - llamado “el librero de la patria” por la cantidad de publicaciones de autores nacionales que pone al alcance del público - y da a conocer en Quilmes, el 31 de octubre de 1880 y en Buenos Aires en enero de 1881. Luego aparece “La Gran Aldea”, novela costumbrista que Lucio V. López publica en 1882; ese mismo año Vicente Quesada presenta “Memorias de un viejo”. En 1884, Miguel Cané presenta su “Juvenilia”. Le sigue Santiago Calzadilla con “Las Beldades de mi Tiempo”. Y ya entrando en el nuevo siglo otra producción referente de este género es “Aguas Abajo” del Dr. Eduardo Wilde.
Pero volviendo a López, así como él funda el Dr. José A. Craviotto da rigor heurístico al hecho histórico sin, por eso, dejar de abrevar en la oralidad, en parte por su vínculo con otros historiadores como César Barrera Nicholson, Luís Otamendi y Manuel Ales, los tres de familias de largo y hondo arraigo local, pero también por vecinos protagonistas como Higinio Palacios, doña Águeda Ponce de león de Navarro, Adrián Barreiro, etc. La envergadura temática de las investigaciones de Craviotto son incalculables: más de 160 trabajos de investigación y cerca de 600 colaboraciones en diversas publicaciones, más varios libros.
Muchos de esos documentos los gestó junto a Barrera Nicholson. Explicaba el Dr. Eduardo Barrera, nieto de este último, que tenían un método de trabajo minucioso. Una vez elegido el tema sobre el cual trabajar se repartían los espacios de investigación; individualmente cada uno construía su parte; luego se reunían para intercambiar la información obtenida, la analizaban, la discutían y sacaban conclusiones; seguidamente cada uno escribía sobre lo que había investigado; en otro momento volvían a reunirse para aunar criterios y reunir los textos en uno definitivo que, indistintamente, concretaba uno u otro según la posibilidades temporales del quehacer cotidiano - ninguno de estos historiadores vivía de estos trabajos -. Este es un ejemplo de trabajo e investigación grupal digno de atender.
Así fue que la aparición de estos inquietos investigadores motivó al Dr. Fernando Pozo, siendo comisionado municipal de Quilmes, a darle institucionalidad a la historia del partido fundando la Junta de Estudios Históricos y, sobre todo, instaló, no sólo en Quilmes sino en todo el mundo de lengua hispana, la figura de Guillermo Enrique Hudson, traduciendo con su esposa Celia Rodríguez, “Allá lejos y hace tiempo”. Mas no paró allí; a caballo con el Dr. Craviotto y otros aficionados a Hudson recorrieron los campos de Florencio Varela hasta que hallaron la casa de la familia Hudson, “los veinticinco ombúes”, que puso definitivamente en el mapa de la provincia y hoy es una elocuente reserva forestal, natural, museo y biblioteca. Luego el Prof. Juan Carlos Lombán proseguirá el sondeo en la obra hudsoniana.
 Si bien la Junta se disolvió, una vez concretados los objetivos fundacionales, fue la profesora Paulina Sagrario Bollo Cabrios que recogió y recuperó lo construido y promovió nuevas investigaciones motivando a muchos otros amantes de la tradición y la identidad.
Y llegó la etapa y la figura de la divulgación, fue el profesor Guillermo C. Maier que como director de la Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento lanzó la serie de “Medallones” que no volvió a repetirse con ninguna otra administración; por el contrario, el presupuesto para cultura, tanto en años de dictadura domo de democracia, se fue achicando, reduciendo, esfumando en forma alarmante. En esos “Medallones” todos los historiadores mencionados y otros más publicaron varias de sus producciones que hoy tienen un valor bibliográfico fundamental para cualquier cultor de la historia quilmeña.
Pero un rato antes una platense, mujer de gran cultura, la profesora Guillermina Sors de Tricerri realizó el primer trabajo de rigor documental sobre el pueblo originario de los quilmes, su evolución, su odisea y su definitivo desarraigo y exterminio, sobre cuyos huesos transita esta ciudad. Pueblo que tanto Luís Otamendi como Manuel Ales circundan en nuevos aportes, aunándose en la recuperación de la tradición santamariana.
Intuitiva, pero intensamente, José Andrés López, Los Goldar, padre e hijo, Manuel Ales, Felipe Firpo, en su Bernal y Luís Gerardo Barbieri en su San Francisco Solano avanzan sobre su época incorporando la historia social a la otra, la escolarizada, la broncínea de los grandes nombres. Visión histórica que se asoma con los primeros revisionistas y se expande inexorable con los revisionistas que intentan no caer en ismos a partir de la segunda mitad del siglo XX.
En las últimas décadas, es el Prof. Juan Carlos Lombán que le da sazón académico al hecho histórico, vinculando lo vivido y transcurrido en el ámbito local con los procesos históricos nacionales y universales. “Imponiendo el método de la contextualización, es decir, de la permanente vinculación de temas, hechos, ideas y consideraciones en general, con los grandes panoramas de la historia nacional e incluso mundial.” [1] 
Y otro de los precisos aportes del Prof. Lombán es la teoría temporal de considerar  que la historia del actual municipio de Quilmes comienzo hace poco más de 1000 años atrás cuando los quilmes se asentaron en los Valles Calchaquíes, es decir al origen de ese pueblo que nos dio toponimia y gentilicio.
 Luís Gerardo Barbieri se incorpora en este digesto de la misma manera que López, “fue protagonista” fue pionero y a su producción sobre la breve historia del pueblo de Solano agregó al hecho oral y de la propia experiencia que siempre está ligada y difuminada por los sentimientos con documentación. El trabajo de Barbieri como pionero historiador ubicó a esa localidad en el mapa histórico local, como lo hizo Felipe Jorge Firpo con Bernal y Atanasio Lanz con Berazategui.
 Estos son los precursores, luego en distinta medida otros incrementaron el proceso, adquiriendo Quilmes una bibliografía de su historia poco alcanzada por otras localidades bonaerenses, y hasta de atrevería a decir del país.
 Presentar esa bibliografía es en este documento un aporte a todos los estudiantes, los docentes y los cultores de nuestra identidad que quieran ampliar conocimientos y conceptos
 Dicen que uno se define por la gente que admira y a mí también me califica la admiración y el reconocimiento que siento por todos estos historiadores, y otros que no figuran en este trabajo por espacio y tiempo, que dejaron una espabilante impronta profesional y humana.
Chalo Agnelli 
Quilmes 25 de marzo de 2010, Año del Bicentenario

(Se agradece la colaboración del fotógrafo Carlos Scott)
NOTA

[1] Ver del Prof. Lombán “Nueva Historia de Quilmes, “Consideraciones preliminares” pág. 16.

martes, 27 de abril de 2010

EL QUILMERO SALE A LAS ESCUELAS. NUEVA VISITA A LA ESCUELA PRIMARIA Nº 27 "JUAN MANUEL PEDRO COTTA"

… y el martes 27 de abril a las 9 horas, volvimos a la EP Nº  27 - en bien de la coherencia numérica –  amablemente invitados por la maestra Liliana D’Amico de 4º año (no más grado) Compartieron la charla los alumnos de 5º “A”; 5º “C” y 6º “A” cuyas maestras son Ana María Guzmán, Perla Luján Wroblevski y Norma Domínguez, respectivamente. Los chicos nos exprimieron a preguntas sobre Quilmes que sorteamos con amable maestría. Los chicos se interesan mucho más que lo que los adultos suponemos sobre acontecimientos históricos cercanos. Siempre que se los sepa transmitir. Ellos mismos tienen conocimientos insospechados; hurgándoles salen a relucir.
En esta 4º participación de EL QUILMERO en el año del Bicentenario con la historia local, además de un ejemplar de "CUADERNOS DE IDENTIDAD 1", obsequiamos a la biblioteca de la institución una biografía de Juan Manuel Cotta (ver en este blog), nombre que lleva la escuela, elaborada con la colaboración de su nieta la señora Graciela Skilton de Massa, y una reseña histórica de la institución, tomada del libro “Maestros y Escuelas de Quilmes”.
Anduvimos indagando que este barrio quilmeño según el Filcar, que no es confiable en absoluto, se llama Villa Vercelli, nadie en la zona lo sabe ni se pudo esclarecerlo con posteriores investigaciones. Hubo una inmobiliaria Vercelli que quizá tuvo que ver con los loteos de esta zona próxima al arroyo Las Piedras (dos cuadras)
 En la nota que aparece en este blog el 15 de febrero, el área barrial de Villa Vercelli, en 1950, era mucho más amplia (ver)
Frente a la escuela hay una plaza llamada Escuela Pública. Plaza tronchada pues en la esquina SE de San Luis y 390 se levanta el Jardín de Infantes 941.
La docencia primaria y secundaria es como beber en la fuente de la eterna juventud, uno rejuvenece en el trato con los niños y los adolescentes.
 EL QUILMERO CON LOS CHICOS DE LA 27 
Y SU MAESTRA LILIANA D´AMICO

FARMACIAS, COCINA Y PAN - AVISOS PUBLICITARIOS

FARMACIAS EL AÑO 1928 (LA CALLE CENTENARIO ES HOY HIPÓLITO YRIGOYEN)

1928.- TAMBIÉN LLAMADA COCINA ECONÓMICA, AÚN NO HABÍA RED DE GAS, HOY SON UN LUJO EN ALGUNAS CASAS DE BARRIOS CERRADOS Y SIGUEN SIENDO IMPRESCINDIBLES EN ALGUNOS HOGARES DE PUEBLOS DEL INTERIOR QUE NO TIENEN GAS NATURAL. LAS HABÍA DE LUJO CON ELEMENTOS DE BRONCE Y ELOZADOS Y OTRAS ENTERAMENTE DE HIERRO FUNDIDO.
LA PANIFICADORA HACÍA "DELIVERY" REPARTÍA SUS PRODUCTOS A DOMICILIO.

ALFREDO SAN JOSÉ, PLACA CONMEMORATIVA

El próximo sábado 1 de mayo de 2010, se cumplirían los 72 años de vida del querido Alfredo San José, por tal motivo, la Asociación Amigos de la Fotografía Antigua quilmeña, invita a los vecinos y amigos a descubrir a las 10 hs, una placa de mármol en las intersecciones del taller San José, el que lleva más de 80 años en el rubro, sito en las calles Brandsen y Moreno de Quilmes.
Así mismo se realizará una exhibición de autos antiguos, cuyos propietarios son vecinos quilmeños, también se exhibirán 9 paneles con más de 60 fotografías históricas de Quilmes y 2 paneles con más de 30 fotografías de la familia San José y los antiguos talleres mecánicos de la zona.
 Los artesanos, Delfor Arsenio Cabezas y Alberto Arán, exhibirán maquetas de sus automóviles, objetos, colectivos, tranvía y carruajes antiguos, realizados con diversos materiales a mano. Con la colaboración desinteresada del presidente, Sr. Héctor Nosse y los miembros del Radio Club Quilmes, transmitiremos el programa radial “Enfoques Musicales”, creado hace 5 años por Alfredo, y dirigido en la actualidad por Fernando San Martín, Néstor Almuina, Italo Nonna y Marcos Carballo, el misma saldrá al aire por FM Elit, la 97.1 en el horario de 8 a 11 hs.
También se convoca a los artistas plásticos de quilmes, a participar de 11 a 15 hs, del concurso de manchas Pinceladas de mi barrio, organizado por el grupo “Brea de la ciudad de La Plata , se entregaran premios de destacados comercios de Quilmes.
  La entrada es libre y gratuita , y podrá ser visitada el 1º de mayo de 9 a 17 hs, en la esquina de Brandsen y Moreno de Quilmes. 
 
Organiza: Fernando Luís San Martín

ALFREDO SAN JOSÉ
 "ENFOQUES MUSICALES"

lunes, 26 de abril de 2010

PELUQUERÍAS NO FALTABAN EN QUILMES





Decían nuestros abuelos que las mujeres quilmeñas además de gozar de la fama de ser las más bellas de la zona sur eran las más coquetas. La prueba es la cantidad de peluquerías femeninas existentes. La moda de la "garcon", la "croquignol" y "la permanente" era el gran negocio de los peluqueros y en Quilmes los había muy buenos.
PELUQUERÍA GAROFALO EN LA COLONIA

EL COMERCIO EN QUILMES, APENAS AYER. "MUEBLERÍA MARCHISSOTTI"

“Las grandes mueblerías Marchissotti”

De “NUEVA GUIA A.B.C”, julio 1928
Carlos Marchissotti salió de Italia en 1900 con tan sólo 18 años y 200 liras que le dio su padre para el pasaje. Llegó a Quilmes para trabajar como peón en la quinta de Pedro Crubellatti, ubicada entre las actuales calles Garibaldi, Humberto Primo y desde Allison Bell hasta Cevallos.
En 1902, el joven inmigrante, se marchó a Santa Fe, donde había paisanos suyos, a trabajar en la cosecha. A poco regresó pues no veía en eso su futuro e ingresó en la Papelera de Bernal.
Transcurridos tres años de su llegada a América y con un ahorro de 400 pesos puso un comercio de venta de muebles en Mitre y Garibaldi. A los cuatro años el local le quedaba chico y se instaló en la calle Rivadavia próximo a la esquina de Alvear, vereda sur, frente al Banco Nación, donde estuvo 10 años.
Con el crecimiento industrial, en Quilmes aumentó considerablemente el comercio y Marchissotti, uno de los beneficiados, debió ampliar stock, comenzó a vender pianos y necesitó una nueva sucursal que abrió en Rivadavia 80-84, “Las grandes mueblerías Marchissotti”.
Decidió fabricar muebles con su marca y contrató los más renombrados carpinteros y ebanistas como el Sr. Casimiro Misiursky, un polaco que más que ebanista era un artista de la madera, el único en la zona sur que realizaba trabajos de taraceado para los muebles de estilo inglés. Misiursky había tenido un taller propio en Alvear y Rivadavia, próximo al local de don Carlos, que advertido de la calidad de los trabajos de Casimiro lo contrató para las terminaciones y trazados más finos.
Misiursky tuvo, luego, una carpintería propia en Alsina y Brown (donde luego se instaló la casa de luminarias "Piedras"), y tiempo después se trasladó a Guido casi Sarmiento en diagonal con la cancha del Club Quilmes. Otro eximio ebanista que tuvo Quilmes y hacía trabajos para esta mueblería fue Gabriel Ostrovsky, arte que en los años 30', con la penosa crisis, tuvo que dejar y abrió la heladería "El Polo".
La fama de “Las grandes mueblerías Marchissotti” en 1928, se había extendido por todo el partido de Quilmes y limítrofes, y haciendose envíos a Pehuajó, Lobería, Tres Arroyos y Olavarría.
Pero un día le surgió la sana competencia de la casa Deyá. Subsistieron hasta que Deyá lo superó con precios acomodados y créditos extraordinarios. No había trabajadores próximos a casarse que no tuvieran un juego de dormitorio y un juego de comedor de Casa Deyá.
Marchissotti se hizo muy exclusivo. En 1929, viajó a Europa donde regresó con nuevas ideas de producción y comerciales. Con el correr de los años la competencia y la desaparición de don Carlos en abril de 1951, acabó con uno de los comercios más notables del partido de Quilmes.
Chalo Agnelli
Casa Marchissotti en la calle Rivadavia

viernes, 23 de abril de 2010

LOS MURALES DE LA ESCUELA Nº 17 "LEONARDO ROSALES" DE LA COLONIA


En 1979, “Año Internacional del Niño y La Familia”, tres artistas plásticos quilmeños: Enrique Pizarro, Rita y Sonia Otamendi, maestra de la escuela, con el apoyo de la directora señora Arminda Grass de Arana, pintaron en el gran salón de actos importantes murales que ocupan 200 metros cuadrados, representando una alegoría sobre: El niño, la naturaleza y sus hermanos: Alegoría Inicial, Juegos Infantiles, El Trabajo, El campo, La música, Los bailes y Alegoría final. Fueron inaugurados el 23 de mayo de 1981.

El jueves 22 EL QUILMERO visitó la escuela Nº 17 donde estuvo con un cargo de vicedirector algunos años atrás. Cotidianamente acompañaban nuestra tarea unos significativos murales hechos por docentes y artistas del establecimiento. Estos murales son los únicos en su tipo en una escuela pública. Lamentablemente unos electrotécnicos muy poco acertados y menos asesorados, con esa imprudencia que solemos tener, de creernos conocedores de nuestra propia ciencia y todas las demás no los tuvieron en cuenta. Quizá por ese grado de soberbia involuntaria, pero que termina perjudicando el patrimonio cultural de una institución, de una ciudad, de un país, como en los últimas décadas quedó en evidencia el descuido al patrimonio quilmeño.
Algo propio de las megalópolis que, inevitablemente, pierden identidad por el aglomerado de gente de distintos rincones del país y del mundo que se juntan en un mazacote informe y confuso.
Esos murales ya habían sido restaurados en una oportunidad por la artista Hilda Paz con alumnos de la escuela de Bellas Artes Carlos Morel y hoy están dañados por la falta de previsión del departamento de infraestructura de la Dirección General de Escuelas. Los que vivimos como directivos el rotundo fracaso de la Transformación Educativa en los 90´ y sufrimos las obras de infraestructura que las escuelas tuvieron que soportar para instalar los 8º y 9º años, sabemos de esa “soberbia”. Recuerdo cuando ante un señalamiento mío de desacuerdo, como director de la escuela Nº 79, en los planos para construir las nuevas instalaciones, el arquitecto, director de infraestructura, me responde, “usted es idóneo en educación, déjeme la arquitectura a mí”. Finalmente las obras se hicieron según mi advertencia y criterio que era el más adecuado para una institución educativa, que mejor que el mismo docente que está semanalmente en la escuela para saber qué conviene y qué no para el edificio, en la medida de los posible.
Reproducimos a continuación el reportaje que en 1981,  hicieron a los artistas, autores de los murales de la escuela 17, "Leonardo Rosales" de La Colonia. Chalo Agnelli
EL SOL. Sábado 9 de mayo de 1981
TRES QUILMEÑOS DEJAN SU TALENTO EN MURALES 
A pocas cuadras de la estación de Quilmes se en­cuentra la escuela primaria Nº 17. Exactamente en la esquina de Entre Ríos y M. Quintana. Su aspecto ex­terior no difiere de tantas otras Sin embargo en su interior se ha producido una transformación notable, siete grandes murales, que ocupan una extensión de 200 metros cuadrados, des­pliegan su propuesta de formas, armonías y colores en el salón central. Sus pare­des, que testimoniaron el paso de generaciones y generaciones de escolares, trasmiten hoy un mensaje de belleza.
La magnitud de la obra convocó nuestra curiosidad. Dicen que el hombre moder­no ha perdido su capacidad de sorpresa, Pero nadie puede dejar de sorprenderse ante estos murales, como ex­presión artística, y ante la historia que precede a su ejecución. Al menos esa es la sensación con los protagonis­tas de esta "aventura del espíritu".
Tres artistas, dos mujeres y un hombre, conforman el equipo que concibió y llevó a su término la obra. Son sus nombres Enrique Pizarro, Sonia y Rita Otamendi. Interrumpimos su trabajo, están dando los retoques fi­nales, para conocer de cerca el pensamiento y los sentimientos de quienes dieron vida a las paredes de la Es­cuela N° 17.
La charla fue sencilla. Pudo desenvolverse en un ambiente cálido y espon­táneo. Contribuyó quizá para ello una amistad de muchos años con la más joven de los entrevistados.
Sentados en los pupitres de un aula cercana al salón central, el diálogo develó algunos de los secretos que explican la obra.
INICIO DE LOS TRABAJOS 
- ¿Cómo se les ocurrió la idea de los murales?
- Todo empezó en el año 1979 - contesta Enrique Pizarro - Ese año fue declara­do, el Año Internacional del Niño y la Familia. Un motivo importante por sí mismo. Y en realidad hacía mucho tiempo que me venía gol­peando la idea de hacer estos murales. Sonia trabaja en esta escuela como maestra y propuso el proyecto a la directora de la misma.
- Y por lo visto tuvo bueno acogida.
- Totalmente - contestó Sonia Otamendi - Desde un principio la directora, señora Arminda Grass de Arana, se entusiasmó con esta idea. Nos apoyó en todo momento y permitió que trabajáramos sin ningún tipo de problemas. Además recibimos el apoyo de la cooperadora que aportó los  materiales necesarios.
- Queremos señalar - interviene Rita Otamendi - que además nos han apoyado en la provisión de materiales otras instituciones. Espero no olvidarme de ninguna. El Banco de Quilmes, la cooperadora del CIE., el Rotary Club, la Intendencia municipal y muchos aportes anónimos. Nosotros pusimos nuestro esfuerzo y nuestra vocación por la pintura, pero en realidad la obra pertenece a la comunidad y ése es el sentido que desde un prin­cipio le quisimos dar. 
SENTIDO DE LOS MURALES 
- Creo que ha llegado el momento de entrar de lleno en el fondo del asunto. ¿Cuál es el sentido que quisieron dar a los murales? O, mejor dicho, ¿Cuál es el mensaje que le da sentido a la obra? 
- El tema central es el ni­ño en su relación con la na­turaleza y con sus hermanos - La voz de Pizarro vuelve a poblar el aire con sus incon­fundibles ecos del altiplano - En realidad es una mirada de la evolución del niño dentro de su marco natural, que lo constituye la cultura en la cual se desenvuelve. Y esto no es una abstracción. Por eso el paisaje es el nuestro, las costumbres, los valores que se simbolizan son los nuestros. Se puede decir que es un testimonio que intenta rescatar nuestros valores, en contraposición con el individualismo, el materialismo que ha penetrado en nuestra, sociedad. Y esto que parece muy solemne es parte de la misma lucha que empren­demos cada día en contra de aquellos, valores que no queremos ni para nosotros ni para nuestros hijos…
 - ¿Quiere decir entonces, que los siete murales guardan un orden, no están desconectados entre sí?
- Exacto. Hemos concebi­do la obra como una unidad. Lo que se refleja es un modo de vida, una propuesta de vi­da en sus diversas manifes­taciones. Además la unidad en sí misma vale como una de las aspiraciones más hon­das del ser humano. A ello apunta nuestro trabajo. Es la alegoría que completa y corona, podríamos decir, toda la obra. 
SIMBOLISMO 
- Me gustaría que ex­plicaran brevemente lo que simboliza cada mural, así es posible entender esa unidad a que se refería Pizarro. 
- En verdad es difícil transcribir lo que expresa una pintura. Pero brevemente podemos manifestar la idea que nos inspiró.
Los tres artistas vuelcan en este punto sus opiniones, alternativamente y a veces en forma conjunta, sin perder por ello la ilación de las ex­plicaciones.
- El primero es una alegoría sobre el nacimiento del niño y sus primeros años rodeado de las instituciones fun­damentales; la maternidad, el saber, las artes, la educación, corporizadas a través de las figuras que lo rodean y lo acompañan en los primeros pasos.
Luego aparecen los juegos infantiles, aquellos juegos que hoy parecen olvidados: la rayuela, el rango, la payana. Son los juegos que despiertan la solidaridad y la sencillez y se contraponen con los que hoy se ofrecen a los niños que apuntan a la belicosidad, a la mecanización, a la pasividad.
El tercer mural está destinado al trabajo. El contacto entre el hombre y la naturaleza. La "posibilidad," que se puede rechazar o aceptar, de humanizar al hombre y convertir en fecunda a la naturaleza.
El cuarto mural es una alegoría sobre el campo, como ex­presión de una fuerza vital. Queremos destacar la acti­tud de agradecimiento que impregna  el espíritu de los hombres de campo, simboli­zado en la figura masculina que de rodillas agradece a Dios con una espiga de trigo y un pan en cada mano. Luego llegamos a la música. La revalorización del folklore porque el hombre saca de la naturaleza los instrumentos y los sonidos para interpretarlo. Aquí se puede observar a un niño que toma los cantos dé los pájaros criollos: el chalchalero, el jilguero, el zorzal.
Después sigue la escena de los bailes folklóricos, aunque no esté representada ninguna coreografía especial. Los tres grupos que danzan simbolizan las tradiciones, el centro, del norte y del litoral de nuestro país. 
- ¿Por qué las figuras del mural de la uni­dad son proporcionalmente más grandes que las del resto? 
- Porque pretendemos trasmitir la idea de que la unidad es lo más importante. Qué a ella apunta natural­mente el hombre y que la relación armoniosa con la naturaleza y con sus hermanos lo lleva a vivir la unidad profundamente. En este estado se logran: la vivencia de la poesía y la eterna juventud, simbolizadas por las dos figuras que rodean al mural.
- ¿Ustedes tenían ya experiencia  en la pintura de murales?
- El único que habla reali­zado este tipo de trabajos era Enrique - afirma Rita Otamendi - Además quiero aclarar que la concepción to­tal de la obra le pertenece.
- También yo quiero hacer una aclaración - replica Pizarro - Lo fundamental fue la unidad del equipo y el hondo respeto que siempre reinó entre nosotros. Además sin el aporte de estas dos damas que están sentadas frente a usted, la obra no hubiera podido llevarse a ca­bo de ninguna manera. La ri­queza plástica v el exacto conocimiento del paisaje de nuestras pampas, de su fauna y de su flora que tienen ambas permitieron que la obra tenga el nivel que tiene, humildemente creo que es bueno. 
ARTE Y VOCACIÓN 
- ¿Cuál es la fuerza in­terior que los llevó a plantearse una tarea de esta magnitud, teniendo en cuenta que para ello debieron pasar los sábados y domingos de casi dos años en su ejecución? 
- Muy sencillo. Esa fuerza se llama vocación. Vocación para volcar en una pintura toda la grandiosidad de la naturaleza que a veces no llega a abrumar. Además en los murales se reflejan valores que, al ser verdaderos, empujan al hombre. Este tipo de pintura está vinculada con la comunidad y con la cultura. No sirve para satisfacciones egoístas.
- También - interviene Sonia Otamendi -, quisimos demostramos y demostrar que á través de la pintura mural se pueden transmitir muchas cosas y, fundamentalmente, que es posible practicarla hoy. Es posible trasmitir valores que tenga que ver con la vida cotidiana. Muchos pintores se encierra en su mundo y todo su trabajo apunta a satisfacer su narcisismo. Los murales le dan otra dimensión a la cosa.
- ¿Cuándo quedará concluida la obra? 
- En un par de semana. Estamos ya en la parte fina los últimos retoques. Para proteger los murales de “la caricias” de los chicos, les vamos a dar una mano de barniz. La dirección de la escuela ha resuelto efectuar la inauguración el próximo 22 de mayo. 
La conversación había concluido. Antes de retirarnos observamos aquel despliegue increíble de formas y colores y otra vez nos sorprendimos. El arte aliado con las seguras convicciones de sus ejecutantes lo habían hecho.
Se ven en la parte superior de la pared los caños de electricidad sobre los murales.
EL SOL. Sábado 9 de mayo de 1981
Prof. Chalo Agnelli, 23 de abril de 2010 
Ver en EL QUILMERO del martes, 16 de marzo de 2010, “Escuela Primaria Nº 17 "Leonardo Rosales" de Quilmes - Reseña Histórica”