viernes, 4 de enero de 2013

LA HISTORIA DEL "POZO DE QUILMES" (colaboración)



El edificio en tiempos de la dictadura, con una fisonomía similar a la actual
La Brigada de Investigaciones de Quilmes fue creada en agosto de 1963, y desde ese momento funcionó en la esquina de las calles Alison Bell y Garibaldi. De acuerdo a un informe oficial de la Jefatura de la Policía de la provincia de Buenos Aires, el 1 de enero de 1977 la Brigada “fue suprimida con motivo de la nueva organización aprobada por la Jefatura” y el edificio “permaneció a disposición de la autoridad militar”, en referencia a las disposiciones oficiales según las cuales la dependencia policial pasaba a funcionar bajo la órbita de las autoridades militares “en todo lo inherente a la lucha contra la subversión”, es decir, como centro clandestino de detención.
De todos modos, si bien oficialmente este cambio de función de la Brigada ocurrió en enero de 1977, de los testimonios de sobrevivientes del “Pozo de Quilmes
o "Chupadero Malvinas", surge con claridad que esta dependencia policial funcionó como centro clandestino de detención al menos desde agosto de 1975, cerca de siete meses antes del golpe de Estado. Durante esta primera etapa (desde agosto de 1975 hasta mediados de 1976), se alojó allí a algunos detenidos que luego serían puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y trasladados a unidades penales.
Según el ex comisario Lucas Gumersindo Belich, quien fue jefe de la Brigada al menos entre junio de 1976 y enero de 1977, aproximadamente dos meses después de su ingreso a la dependencia recibió la orden del entonces Director de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Miguel Osvaldo Etchecolatz, de trasladar a todos los detenidos comunes a otras dependencias y transformar a la Brigada en un lugar exclusivo de alojamiento de prisioneros ilegales. Esto coincide temporalmente con las fechas en las que comenzaron a ser llevados allí los primeros detenidos-desaparecidos de la dictadura, a partir de mediados de agosto de 1976. Desde esa fecha el “Pozo de Quilmes” funcionó ininterrumpidamente durante dos años como Centro Clandestino de Detención y Tortura.

DESMANTELAMIENTO
El período de desmantelamiento del Centro clandestino de detención comenzó aproximadamente a partir de julio de 1978, cuando fueron liberados o “trasladados” los últimos prisioneros (Rodolfo Tiscornia, Rodolfo Francisco Nanni, Roberto Antonio Laporta y Diego Barreda): progresivamente, se fue retirando la maquinaria de suplicios y se desmontó la estructura represiva del CCD, que dejó de alojar y torturar prisioneros clandestinos. Sin embargo, la contingencia de un enfrentamiento interno entre los mandos del Primer Cuerpo de Ejército que se sucedieron a fines de 1978, posibilitó que el lugar volviera a alojar prisioneros ilegales bajo la denominación “Omega”, durante los primeros tres meses de 1979: el teniente coronel Guillermo Antonio Minicucci en aquél momento a cargo del CCD conocido como “El Olimpo” —, junto a un grupo de unos 12 oficiales y suboficiales complotados, realizaron un traslado masivo de unos 100 detenidos de “El Olimpo”, vaciándolo durante la noche y trasladando a una decena de ellos (que integraban lo que los represores llamaban el “Consejo”), junto con las carpetas de Casos, con equipamiento de enfermería, con las picanas, con todo lo que utilizaban para el funcionamiento del Campo al “Pozo de Quilmes”, sin el conocimiento del nuevo mando del Primer Cuerpo que había asumido a principios de 1979, el general Leopoldo Fortunato Galtieri. 
Desde enero hasta abril de aquél año, una decena de secuestrados fueron tutelados por autoridad militar con un régimen permisivo, circulando libremente por el CCD durante el día, y encerrados en las pequeñas celdas durante la noche, quedando bajo el cuidado del personal de la comisaría de Quilmes. Recibieron allí las “visitas” de miembros de los altos mandos militares y policiales como el general Camps, el comisario Etchecolatz y el coronel Riccheri. Quiénes idearon la maniobra, Minicucci y sus hombres, eran los mismos que los habían torturado en otros centros como “El Olimpo”, “El Banco” o “Club Atlético”. También visitó el lugar el cura torturador Chistian von Wernich entre noviembre de 1977 y febrero de 1978. Allí fueron secuestradas 251 personas

TESTIMONIOS
Si bien quienes testimoniaron reconocen al lugar como “Cuatrerismo de Quilmes”, “donde antes había funcionado un pozo llamado Malvinas”, por las descripciones físicas del lugar puede comprobarse que se trata de la Brigada de Investigaciones de Quilmes: “quedaba cerca, digamos cerca, quiere decir a una cuadra del Hospital de Quilmes, y afuera en un jardían tenía un cartel que decía División de Cuatrerismo”. Exactamente igual al Centro clandestino de detención que había sido utilizado para depósito y tortura de prisioneros políticos desde antes del golpe de Estado hasta julio de 1978, Alberto Villani recuerda que el lugar donde estuvo detenido desde enero hasta marzo de 1979: “parecía ser una especie de chalet” que se encontraba “en una esquina […] en un alto”. Osvaldo Acosta, otro de los sobrevivientes que estuvo detenido en la Brigada aquellos meses, agrega más detalles coincidentes: “El edificio estaba ubicado en una esquina, tenía dos plantas, y en la parte trasera como un piso más. Quedarían tres plantas. Tenía entrada en la esquina, y un garage con una cochera muy amplia en uno de sus costados. El otro de los costados, después de la ochava, correspondía a oficinas fabricadas en el primer piso de esa seccional. Luego había, subiendo por las escaleras y por las oficinas que partían desde la ochaba, escaleras que conducían a los calabozos que estaban ubicados en un primer y segundo piso.

TESTIMONIOS
En la madrugada del 21 de abril de 1978 irrumpieron en mi domicilio de Lanús Oeste veinticinco personas de civil, fuertemente armadas. Mi esposo y yo fuimos encapuchados, esposados y luego introducidos en una camioneta. Sabemos, por muchos indicios, que estuvimos en el sótano de la Brigada de Investigaciones conocida como «Pozo de Quilmes». Allí fuimos interrogados acerca de nuestra actividad en el Uruguay -  de donde provenimos-, y en la Argentina. En este campo pudimos ver a numerosos uruguayos, algunos de ellos en muy mal estado, debido a la tortura. Cinco días después nos dejaron en libertad, previo acuerdo de que debíamos entregar una fuerte suma de dinero. Tanto la extorsión como el secuestro y el interrogatorio estuvieron dirigidos por un individuo que se hacía llamar "Saracho". Fuimos llevados hasta nuestro domicilio, donde debimos entregar una elevada suma de dinero, producto de una indemnización por accidente percibida por mi suegra días antes." Beatriz Bermúdez -Legajo Conadep N° 3634)
 Otro uruguayo, Washington Rodríguez (Legajo N° 4985) declara que a principios de abril de 1978 compartió su detención en este Centro con veintidós compatriotas,- quienes le relataron haber estado recluidos en el "Pozo de Banfield"  donde fueron torturados por oficiales de OCOA. Tanto el tema de los interrogatorios como los métodos de tortura ponen en evidencia que los mismos actuaban también en Quilmes.

FUENTES
http://www.abuelas.org.ar/
 http://www.abuelas.org.ar/maternidades/quilmes/qfuncmodos.htm
 http://es.wikipedia.org/wiki/Pozo_de_Quilmes
 http://www.quilmes.gov.ar/derechos_humanos/centros_clandestinos.php
 http://www.desaparecidos.org/arg/conadep/nuncamas/90b.html
 http://sur.infonews.com/blogs/daniel-cecchini/una-maquina-de-dormir-causas

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