domingo, 7 de julio de 2013

ANTIGUAS CARNICERÍAS DE BARRIO (colaboración JUAN C. GRASSI)



CARNICERÍA "LA JUVENTUD"

La carnicería se llamaba “La Juventud” y estaba instalada en la avenida Dardo Rocha N° 576. Propiedad del señor Enrique Vilouta, era una de las más acreditadas del populoso barrio de Bernal Oeste. El señor Vilouta, que se dedicaba a esta profesión desde hacía muchos años y que comenzara modestamente como repartidor de otros establecimientos, consiguió, al cabo de duros años de labor, instalarse por su cuenta en local propio y rodearse de sólido prestigio debido a sus cualidades de seriedad y de esmero en la práctica de su profesión.
La Carnicería “La Juventud”, era uno de los comercios que contaban con mejores instalaciones y que más condiciones higiénicas reunía. Poseía una amplia y lujosa heladera, que era toda una garantía para los productos que expendía.
La confianza que supo despertar el señor Enrique Vilouta en sus clientes, se tradujo en una numerosa y selecta clientela que apreciaba, en todo su valor, la seriedad del propietario y las condiciones inmejorables de la mercadería que vendía.

CARNICERÍAS GUERRA
 
Estos negocios fueron establecidos el 9 de octubre de 1934, en la calle 25 de Mayo esquina Yapeyú, uno, y el otro en la avenida La Plata y Lamadrid, en la “Soledad”, dedicándose al negocio de carnes y subproductos, contando con un seleccionado surtido de verduras de todas clases y de primera calidad.
Su propietario y fundador fue el señor Fernando Guerra, quien desde su adolescencia se había dedicado a esta clase de actividad, lo que resultó una garantía por la competencia que acreditó.
Las Carnicerías Guerra, a pesar del corto tiempo en que figuraban como comercios activos de la localidad, conquistaron un lugar destacado dentro del conjunto de los locales similares del partido, debido a la especial dedicación del señor Guerra, quien contaba como activo colaborador al señor Alfonso Corcoruto, persona de grandes condiciones para la profesión de carnicería.
La excelencia de los productos expendidos, así como la deferente atención de sus encargados en satisfacer de la mejor manera posible a sus numerosos clientes, les conquistó un merecido prestigio que se fue consolidando a medida que pasaba el tiempo.
La esmerada atención en los repartos a domicilio de estas modernas y bien surtidas carnicerías, extendieron el radio de acción a límites extraordinarios, contando con clientes de Quilmes, Wilde y Don Bosco.


Recopilación y fotografías: Juan C. Grassi – Junio 2013
E-mail: jcgrassi1420@hotmail.com
Miembro de ASOCIACIÓN ORÍGENES BERAZATEGUI
Fuente: Anuario Crónica. Quilmes-Bernal. Núm. 619. Año 1935. 


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