PATRIMONIO HISTÓRICO QUILMEÑO SIN RECONOCIMIENTO OFICIAL
por Lic. Juan Corvalán
En este segundo artículo referido al patrimonio histórico de
Villa La Florida, realizaremos una semblanza sobre un sitio que combina la
naturaleza, la política y el poder. A pesar de estos elementos, a diario
circulamos frente a este escenario ignorando su trascendencia por la sencilla
razón de que no se nos enseña a valorar el lugar donde convivimos. Política que
se debe revertir para apuntalar las bases que nos conduzcan a una inclusión
concreta, plena y sustentable. Ese es el fin que pretende alcanzar el autor con
la publicación de sus escritos: honrar ese entorno que integra un municipio que
cuenta 348 años de historia y que
desde el Sudoeste Quilmeño aporta a la historiografía quilmeña valiosos indicios
del tiempo transcurrido.
Las comunidades son portadoras de una impronta particular, la cual es el producto intrínseco de su fundación y sentido. Esa forma de ser es un elemento gravitante que se observa en el diseño urbanístico, en la arquitectura doméstica, en los puntos de encuentros, en las actividades que desarrolla, en las formas de comunicación, etcétera. En lo personal nos interesa la gestión cultural como instrumento para alcanzar un desarrollo local pleno, sensato y consciente de su acervo, habilidades y potencialidades. Elegimos partir desde la historiografía Quilmeña por ver en ella Identidad, Patrimonio y Recurso del Municipio. [1]
Uno de los aspectos meritorios de la historia, como ciencia, es la capacidad de registrar en su haber evidencias de la multiplicidad de intervenciones que la humanidad ha provocado sobre el entorno en el que vive. La cantidad de árboles que en la actualidad observamos en nuestras calles a simple vista es un ejemplo de ello. Decimos esto porque documentos coloniales del Siglo XVI describen a la región Pampeana como una extensísima planicie sobre la que se hallaba una ínfima cantidad de árboles. Frente a este panorama, recién a mediados del Siglo XIX, Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) implementa una fuerte política de forestación, que tuvo como uno de sus ejes la importación de las primeras semillas de eucaliptos tipo “globulus” introducidas en nuestro país, las cuales se repartieron entre estancieros de aquel momento. [2]
Las comunidades son portadoras de una impronta particular, la cual es el producto intrínseco de su fundación y sentido. Esa forma de ser es un elemento gravitante que se observa en el diseño urbanístico, en la arquitectura doméstica, en los puntos de encuentros, en las actividades que desarrolla, en las formas de comunicación, etcétera. En lo personal nos interesa la gestión cultural como instrumento para alcanzar un desarrollo local pleno, sensato y consciente de su acervo, habilidades y potencialidades. Elegimos partir desde la historiografía Quilmeña por ver en ella Identidad, Patrimonio y Recurso del Municipio. [1]
Uno de los aspectos meritorios de la historia, como ciencia, es la capacidad de registrar en su haber evidencias de la multiplicidad de intervenciones que la humanidad ha provocado sobre el entorno en el que vive. La cantidad de árboles que en la actualidad observamos en nuestras calles a simple vista es un ejemplo de ello. Decimos esto porque documentos coloniales del Siglo XVI describen a la región Pampeana como una extensísima planicie sobre la que se hallaba una ínfima cantidad de árboles. Frente a este panorama, recién a mediados del Siglo XIX, Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) implementa una fuerte política de forestación, que tuvo como uno de sus ejes la importación de las primeras semillas de eucaliptos tipo “globulus” introducidas en nuestro país, las cuales se repartieron entre estancieros de aquel momento. [2]
SARMIENTO Y LA
ENTREGA DE SEMILLAS DE EUCALIPTOS A DON ANDRÉS BARANDA
La historiografía quilmeña debe al Dr. José Alcides Craviotto
(1900-1965) su institucionalización y organización, labor sustentada en
centenares de sólidas investigaciones históricas de la más variada índole
respecto al devenir regional[3]. Entre los temas que captaron la
atención del Dr. Craviotto se encuentra la forestación de nuestro Partido,
asunto dentro del cual enfatizó el suceso que a continuación narraremos. Don Andrés Baranda (1807-1880), [4]
gobernante municipal en siete períodos, recibió personalmente del prócer
sanjuanino las semillas necesarias para preparar un almácigo en su quinta de la
ciudad de Quilmes, ubicada en la media manzana comprendida por las calles
Rivadavia entre Sarmiento y General Paz. Con las plantas que allí brotaron en
1860, fue arbolada la chacra que en ese año fue adquirida a Pedro Costa. [5]
La propiedad que Don Andrés Baranda compró a Pedro Costa se encontraba en el lado Sur de donde hoy se encuentra la ex Papelera Massuh y desde ese lugar se extendía hasta la avenida Isidoro Iriarte (San Martín). El extremo Oeste lo delineaba el arroyo Las Piedras, en tanto su límite Este llegaba un poco más allá del Camino General Belgrano.
La propiedad que Don Andrés Baranda compró a Pedro Costa se encontraba en el lado Sur de donde hoy se encuentra la ex Papelera Massuh y desde ese lugar se extendía hasta la avenida Isidoro Iriarte (San Martín). El extremo Oeste lo delineaba el arroyo Las Piedras, en tanto su límite Este llegaba un poco más allá del Camino General Belgrano.
LOS EMBLEMÁTICOS
EUCALIPTOS DE VILLA LA FLORIDA
Como testimonio de lo recién contado, en la esquina de Camino General Belgrano y Av. Dr. Isidoro Iriarte (828 – Ex San Martín) se encuentran cuatro eucaliptos de grandes dimensiones, que denotan una siembra sistematizada por compartir antigüedad y alineamiento. Claro está que estos ejemplares no han sido sembrados en aquella oportunidad, ni tampoco se trata de los más antiguos del distrito. Como también es cierto que estos árboles se encuentran ampliamente diseminados en todo Quilmes, de hecho dos barrios de nuestro Partido son conocidos como “Los Eucaliptos”.
A esta altura, nobleza obliga a mencionar que en su libro “San Francisco Solano: una historia para contar 1580-1993”, el Profesor Víctor Gullotta plantea varias hipótesis razonables respecto al lugar donde se cultivaron las primeras plantas de eucaliptos. Sobre estas conjeturas entendemos que los ejemplares floridenses inclinan el juicio a su favor, respecto a los otros supuestos. Esta afirmación la basamos en la combinación de cuatro singularidades: en primer término (i) dentro del actual partido de Quilmes es el único (ii) agrupamiento lineal de cuatro eucaliptos en sólo 40 metros que se ubica (iii) dentro de lo que fuera una propiedad de Don Andrés Baranda. Y por último: (iv) el lugar coincide con la propiedad comprada a Pedro Costa en aquella época.
Como testimonio de lo recién contado, en la esquina de Camino General Belgrano y Av. Dr. Isidoro Iriarte (828 – Ex San Martín) se encuentran cuatro eucaliptos de grandes dimensiones, que denotan una siembra sistematizada por compartir antigüedad y alineamiento. Claro está que estos ejemplares no han sido sembrados en aquella oportunidad, ni tampoco se trata de los más antiguos del distrito. Como también es cierto que estos árboles se encuentran ampliamente diseminados en todo Quilmes, de hecho dos barrios de nuestro Partido son conocidos como “Los Eucaliptos”.
A esta altura, nobleza obliga a mencionar que en su libro “San Francisco Solano: una historia para contar 1580-1993”, el Profesor Víctor Gullotta plantea varias hipótesis razonables respecto al lugar donde se cultivaron las primeras plantas de eucaliptos. Sobre estas conjeturas entendemos que los ejemplares floridenses inclinan el juicio a su favor, respecto a los otros supuestos. Esta afirmación la basamos en la combinación de cuatro singularidades: en primer término (i) dentro del actual partido de Quilmes es el único (ii) agrupamiento lineal de cuatro eucaliptos en sólo 40 metros que se ubica (iii) dentro de lo que fuera una propiedad de Don Andrés Baranda. Y por último: (iv) el lugar coincide con la propiedad comprada a Pedro Costa en aquella época.
CONOCER PARA QUERER
En el presente, no hay en el lugar referencia histórica alguna respecto al lugar y a estos emblemáticos eucaliptos. Estas perlas históricas que se encuentran en Villa La Florida merecen sumarse al inventario de sitios de interés del distrito. Los argumentos expuestos deben ser considerados para una protección patrimonial a nivel municipal como Declaración de Interés Social y Patrimonio Natural y Cultural.
En el Partido de Quilmes existen al menos dos antecedentes que designa patrimonio a árboles en distintos puntos del distrito. Por un lado, la Ordenanza Nº 7.017/1993 que declara “Patrimonio Bio-Cultural de la Comunidad” al Ombú existente en la Plaza del Maestro de la Ciudad de Bernal. Otro antecedente, es la protección de que resguarda al árbol de especie olmo situado en la esquina de Mitre y Conesa, Ordenanza 11.658/11, promulgada mediante Decreto 2492/11 y publicado en el Boletín Oficial Municipal Nº 107 del 13 de junio de 2011.
Al igual que en el caso del Camino Real: Avenida General Mosconi, ya desarrollado en un artículo anterior publicado bajo el título “Historia de Villa La Florida: Avda. Gral. Mosconi, Un Camino Real” [6], como primer paso, se debe comenzar a proteger, a valorarse a través de la divulgación y señalamiento del mismo. Medidas que deben complementarse en este caso específico con un adecuado procedimiento de mantenimiento profesional acorde al carácter de seres vivos y dimensiones que ostentan.
En la Imagen vemos un mapa de la Dirección de Geodesia de la Provincia de Buenos Aires, que muestra la ubicación de la propiedad de Don Andrés Baranda. El mapa es sumamente ilustrativo, ya que nos ubica geográficamente, porque incluye elementos posteriores como el Camino General Belgrano (Camino adoquinado de La Plata a Avellaneda) y el FFCC Provincial donde la estación denominada “06 de septiembre” es la Parada correspondiente a San Francisco Solano.
En el presente, no hay en el lugar referencia histórica alguna respecto al lugar y a estos emblemáticos eucaliptos. Estas perlas históricas que se encuentran en Villa La Florida merecen sumarse al inventario de sitios de interés del distrito. Los argumentos expuestos deben ser considerados para una protección patrimonial a nivel municipal como Declaración de Interés Social y Patrimonio Natural y Cultural.
En el Partido de Quilmes existen al menos dos antecedentes que designa patrimonio a árboles en distintos puntos del distrito. Por un lado, la Ordenanza Nº 7.017/1993 que declara “Patrimonio Bio-Cultural de la Comunidad” al Ombú existente en la Plaza del Maestro de la Ciudad de Bernal. Otro antecedente, es la protección de que resguarda al árbol de especie olmo situado en la esquina de Mitre y Conesa, Ordenanza 11.658/11, promulgada mediante Decreto 2492/11 y publicado en el Boletín Oficial Municipal Nº 107 del 13 de junio de 2011.
Al igual que en el caso del Camino Real: Avenida General Mosconi, ya desarrollado en un artículo anterior publicado bajo el título “Historia de Villa La Florida: Avda. Gral. Mosconi, Un Camino Real” [6], como primer paso, se debe comenzar a proteger, a valorarse a través de la divulgación y señalamiento del mismo. Medidas que deben complementarse en este caso específico con un adecuado procedimiento de mantenimiento profesional acorde al carácter de seres vivos y dimensiones que ostentan.
En la Imagen vemos un mapa de la Dirección de Geodesia de la Provincia de Buenos Aires, que muestra la ubicación de la propiedad de Don Andrés Baranda. El mapa es sumamente ilustrativo, ya que nos ubica geográficamente, porque incluye elementos posteriores como el Camino General Belgrano (Camino adoquinado de La Plata a Avellaneda) y el FFCC Provincial donde la estación denominada “06 de septiembre” es la Parada correspondiente a San Francisco Solano.
Colaboración del Lic. Juan Corvalán
Integrante de la agrupación de historiadores Los Quilmeros
Integrante de la agrupación de historiadores Los Quilmeros
NOTAS
[1] Para más
detalles consultar el artículo “La Historiografía Quilmeña: Identidad,
Patrimonio y Recurso de un Municipio” en http://www.congresodecultura.gob.ar/wp-content/uploads/2013/05/CORVALAN-LA-HISTORIOGRAF%C3%8DA-QUILME%C3%91A-IDENTIDAD-PATRIMONIO-Y-RECURSO-DEL-MUNICIPIO.pdf?6d36e6
[2] Consultar en este sitio Web: “Carlos Vereecke – Historias, Misceláneas” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/03/carlos-vereecke-historias-miscelaneas.html
[3] Consultar en este sitio Web: “Documentos Históricos del Dr. José Alcides Craviotto” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/06/documentos-de-investigacion-historica.html
[4] Consultar en este sitio Web: “Don Andrés Baranda, Un Fundador del Quilmes de Antaño” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/05/don-andres-baranda-un-fundador-del.html
[5] Consultar en este sitio Web: “Julio, Pedro y Carlos Costa en la Historia Local de la Tercera Fundación” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/09/julio-pedro-y-carlos-costa-en-la.html
[6] Consultar en este sitio Web: “Historia de Villa La Florida: Avda. Gral. Mosconi, Un Camino Real” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/05/historia-de-villa-la-florida-avda-gral.html
[2] Consultar en este sitio Web: “Carlos Vereecke – Historias, Misceláneas” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/03/carlos-vereecke-historias-miscelaneas.html
[3] Consultar en este sitio Web: “Documentos Históricos del Dr. José Alcides Craviotto” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/06/documentos-de-investigacion-historica.html
[4] Consultar en este sitio Web: “Don Andrés Baranda, Un Fundador del Quilmes de Antaño” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/05/don-andres-baranda-un-fundador-del.html
[5] Consultar en este sitio Web: “Julio, Pedro y Carlos Costa en la Historia Local de la Tercera Fundación” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/09/julio-pedro-y-carlos-costa-en-la.html
[6] Consultar en este sitio Web: “Historia de Villa La Florida: Avda. Gral. Mosconi, Un Camino Real” en http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/05/historia-de-villa-la-florida-avda-gral.html
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