lunes, 17 de noviembre de 2014

DOCTOR PACÍFICO DÍAZ – UN FORTUITO ACCIDENTE - BIOGRAFÍA

Página de "Quilmes de Antaño
de don José Andrés López
"Muerto el sexto médico que tuvo el pueblo de Quilmes, doctor Edmundo Fierro, repentinamente en el juego de pelota vasca de la calle Mitre y 25 de Mayo, el 21 de febrero de 1886, vino a establecerse el doctor Pacífico Díaz, dignísimo sucesor de aquél y continuador no menos digno de su obra en la ciencia y el corazón.

Para el servicio de sus asociados, la Sociedad Ita­liana de Socorros Mutuos Cristoforo Colombo trajo, desde algunos años después le su fundación, médicos de esa nacionalidad; al doctor Mariani primero y al doctor Vicente Cibelli después.
Este último supo noblemente corresponder a la tradición de nuestros médicos, y su campo de acción se extendió pronto más allá de los límites de los asociados, acabando por radicarse aquí, con hondo arrai­go de afectos e intereses, hasta el día de su prematura muerte.
El sucesor del doctor Fierro, pasó, sin solución de continuidad, de estudiante brillante a medico destacado, asimilando con éxito la sabiduría de los libros y la enseñanza de la clínica.
Rara vez médico alguno alcanza, como lo hizo el doctor Pacífico Díaz, en tan corto tiempo y en teatro tan limitado, clientela más intensa por la calidad y significación, ni más extensa por el número, llegando en breve a ser el médico de todos y también el amigo de todos.
EL ACCIDENTE
El lunes 1º de junio de 1893, al tomar el tren de las


seis de la mañana para trasladarse al Hospital Mi­litar, donde tenía una sala a su cargo, lo hizo con tan mala suerte que cayó bajo las ruedas, destrozán­dole estas ambas piernas.
Recogido por los señores Domingo Castañera y Luís Ovoch, fue, por su propia indicación, trasladado en una silla hasta su domicilio, donde le fueron pres­tados los primeros auxilios por los doctores Salas, Cibelli y Scotto.
Entre tanto la noticia se extendía rápida por el pueblo todo, consternándolo, y su casa se llenaba materialmente de gente.
En un tren inmediato llegaron de la capital los médicos de la Sanidad Militar, Damianovich y Sotuyo, el farmacéutico Capdeville y el practicante mayor García, con un botiquín completo y caja de amputaciones. Poco más tarde llegaron los médicos Massi y Decoud.
Este último procedió a la amputación enseguida, la que se hizo a la altura de la articulación de las rodi­llas, operación que duró por espacio de dos horas.
Al centenar de vecinos que llenaban la casa, renovándose constantemente, se agregaron, venidos de la Capital Federal, el hijo del Presidente de la República, señor Luis A. Sáenz Peña, el doctor Carlos Vi­llar, el edecán del Presidente, Comandante Marambio Catán, el secretario de la presidencia, señor Díaz, el ingeniero Fierro, el doctor Nicolás E. Videla, el señor Ignacio Sánchez, el Coronel Sebastián N. Casares, etcétera.
Durante la noche, no menos de cuarenta vecinos permanecieron en la casa del paciente, a quien hacían guardia el doctor Vargas y los practicantes García y Trejo.
Síntomas de infección observados el miércoles determinaron una segunda amputación, resuelta en consulta entre los médicos Damianovich, Vidal, Gutiérrez, Piñeiro, Cabezón, Sotuyo, Schikendanze. Massi, Cabral, Salas y Cibelli.
Esta amputación se practico en una y otra pierna, veinte centímetros arriba de la rodilla. Operaron los doctores Massi y Sotuyo, con el concurso del doctor Damianovich y de los practicantes Caballero, Trejo, Godoy y Esquivel. Cuando dos días después el doctor Massi descubrió la herida para su curación, su pronós­tico fue consolador.
Para la ciencia se había salvado el médico en to­da su integridad, y para la sociedad y la familia el hombre, aunque mutilado.
Apenas dado de alta, el doctor Díaz abandonó Quilmes, pero éste, después de un cuarto de siglo, tiene para el mutilado, frescos culto y recuerdo.
Y el mutilado siente con frecuencia las nostalgias del lugar y viene a él, al calor de ese culto y de esa memoria, a aspirar aquí, en su ambiente y a bocanadas, el recuerdo de una felicidad tronchada por la fatalidad."

BIOGRAFÍA

Pacífico Díaz nació en Monteros, Tucumán el 2 de noviembre de 1861, Se trasladó a Buenos Aires a estudiar Medicina en su Universidad. En la revolución de 1880, era practicante mayor, y prestó servicios en los combates de Los Corrales y Puente Olivera. Se doctoró en 1885, con la tesis "La nutrición". Ingresó al cuerpo de Sanidad Militar y volvió a prestar señalados servicios en la revolución de 1890 junto con el médico quilmeño y artista plástico Julio S. Fernández Villanueva, en el hospital de sangre de la iglesia de Las Victorias. El 26 de julio de ese año fue el emisario que envió el presidente Carlos Pellegrini a parlamentar con el jefe de los rebeldes, General Manuel Campos.
Fue médico personal del presidente Luis Sáenz Peña hasta la muerte de éste acaecida el 8 de agosto de 1914.
A pesar de la amputación de sus piernas, no se dejó doblegar por el infortunio, y gracias a subsidios oficiales, viajó a Estados Unidos y Europa para hacerse implantes ortopédicos. Logró a fuerza de voluntad una movilidad independiente con ayuda de dos bastones. Al mismo tiempo, en la Facultad de Medicina de París y en el hospital San Luis, se especializó en dermatología durante dos años.  Se convirtió en una autoridad nacional en esa rama. Regresó a Buenos Aires en 1896, y se consagró a su tarea de especialista en piel; atendió una sala en el Hospital de Niños y fue director general de sanidad militar, en cuyo escalafón llegó a obtener el grado de coronel. Falleció en Buenos Aire el 30 de enero de 1931.
DERMATOLOGÍA
En 1907 integró el elenco fundador de la Sociedad Dermatológica Argentina, a la que también presidió desde 1917 hasta 1921, y donde presentó muchas comunicaciones científicas.
 En la sanidad Militar, fundó el Servicio de Dermatología, y reorganizó todos los cuadros al ser nombrado Inspector General de Sanidad en 1910. 
Hace algunos años era muy frecuente en dermatología para tratar la dermatitis del pañal, la utilización de la pomada de Pacífico Díaz, compuesta por dermatol (sub-galato de bismuto) 6 g; ácido salicílico 1 g; lanolina-vaselina 30 g. Propuso el uso delácido pícrico en algunas dermatomicosis y el uso de la tiosinamina y el cacodilato de sodio en altas dosis como agentes terapéuticos. También realizó la descripción de la reacción paradojal del arsénico.


  Investigación y compilación Prof. Chalo Agnelli
Villa Gesell, 1981- Quilmes, 2011


FUENTES 
López, José Andrés “Quilmes de antaño” Ed de autor, Quilmes, 1934.- Cap. 26 “Sus médicos”.
Santillán Diego A. de. Gran Enciclopedia Argentina. Volumen III. Ed. EDIAR, Buenos Aires 1957. Pág. 55.
Wilkipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Pac%C3%ADfico_D%C3%ADaz



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