martes, 13 de agosto de 2019

BARRIO “LA SOLEDAD” – LA VIEJA CHACRA DE LOS “MONJES BLANCOS” POR ALEJANDRO GIBAUT


Al hablar sobre cómo nació Bernal lo primero que nos viene a la mente son las grandes quintas de Barrio Parque, las casonas de la avenida San Martín y Bernal Centro, la obra salesiana. Pero por supuesto no todo el pueblo fue creciendo de esa forma tan “paqueta”, por decirlo con un término de la época. Las fábricas, esas máquinas de generar empleo y barrios, jugaron una gran parte en su desarrollo. Es que detrás de ellas llegaban los almacenes y bares para los obreros, y luego las primeras casitas construidas con mucho esfuerzo sobre lotes comprados a cuotas cuyos remates tenían como gran atracción la cercanía del empleo.
Un claro ejemplo es el oeste de la hoy ciudad, la zona de la Cañada, que tuvo un gran desarrollo durante la expansión industrial del primer peronismo en las décadas del ‘40 y ‘50. Pero no había sido la primera vez en Bernal: la llegada de la fábrica de papel en 1904 y la de hilados en 1925 hicieron surgir y crecer a Villa Cramer. Y en el sur del pueblo, hacia 1936, otra gran industria fue bastión para el desarrollo de la zona que llevó por muchos años el nombre de “La Soledad”. Estamos hablando de “La Bernalesa”. Su establecimiento en la vieja chacra de los “Monjes Blancos” a mediados de la década del ‘30 trajo consigo el progreso de todo un barrio que nació y creció a su sombra. Un barrio que aún hoy extraña a ese monstruo que cerró en la década del ‘80.

Del "Crónica" de enero de 1937
 Del "Crónica" de diciembre de 1937. Nótese el error en el nombre de la fábrica, "La Bernalense"
Estos avisos clasificados con “La Bernalesa” recién instalada, son un vivo ejemplo del desarrollo poblacional que las industrias trajeron a Bernal.

Por Alejandro Gibaut*
En Bernal, su historia, su gente
* Pertenece a la Asociación Historiadores Los Quilmeros y a la Junta de Estudios Históricos.

1 comentario:

ulysses dijo...

Gracias, Alejandro, por iluminar zonas desconocidas y cercanas . Un pasado que hoy está pero bajo la capa de polvo del olvido