viernes, 5 de febrero de 2016

“TODO PASA Y NADA QUEDA…” LA CASONA DE LOS BRYCE...



Algunas cosas son de dominio nuestro, otras no. 
Pertenecen a nuestro dominio; 
la opinión, el sentimiento, la aversión.

Epicteto, “Manual”
Residencia Bryce, 12 de Octubre esquina Andrés Baranda (foto gentileza de David Iurescia)

“Todo pasa y nada queda…” Y cuando nos enfrentamos a una realidad de cambio tan contundente que golpea nuestro patrimonio, nuestras tradiciones construidos durante 350 años, sentimos una fractura anímica.
¿Nostalgia? No es nostalgia, pues muchas cosas que se fueron y no volverán no las conocimos en acción, vivas, activas, pero quizá esas cosas, esas casas, esas esquina, patios, plazas que ya no son, que ya no están, nos representaron algún día y nos indicaban quienes éramos, quienes somos.
Cuando se destruyen objetos del diario vivir nos queda una ausencia que el tiempo va emparchando por fortuna, pero nos quita
un trozo irrecuperable.
En Quilmes, quizá, por gobiernos que no supimos elegir, nos fuimos quedando poco a poco sin patrimonio. O quizá los que nosotros elegimos no supieron elegir a quienes los acompañaran en el gestión pública, gente ajena, deconocida o desarraigada de lo nuestro, sin valores patrimoniales comunes, indispuestos a integrarse una colectivo cultural ya existente y pretenciosos de imponer el suyo.
¿Que somos pesimistas? No, hay otros progresos por cierto, sería injusto e ingrato no reconocerlos, pero el espacio se fue agobiando de cemento y sombra y las casas aquellas que aunque no fueran nuestras daba gozo cruzarlas ya no están.
Acá enfrente, no más, hay un pueblo uruguayo que se llama Carmelo sobre el mismo río, progresista, tiene las dos bodegas más importantes de la Banda Oriental (como decían nuestros abuelos) que con lucida inteligencia preservó su patrimonio turístico que son
sus casas, sus calles de adoquines (a pesar que el pueblo está sobresaturado de motocicletas) pues el turismo es otros aporte importante a la economía general.

Quilmes destruyó lo que alguna vez pudo haber sido uno de los patrimonios turísticos más importantes de este gransudbonaerense impersonal y anónimo. Y sigue en su cometido.
Todo esto se nos despierta ahora que cayó la casona de los Bryce en la esquina de Andrés Baranda y 12 de Octubre... un baluarte del capitalismo va a levantar allí un banco para cuidar y multiplicar los ahorros de los vecinos (¿?)
Ya quedan contadas de esas viejas casonas, el “progreso” avanza hacia el oeste a paso voraz y un día nos vamos a levantar a la mañana, saldremos al patio y una sombra de 14 pisos acechará nuestra esperanza de sol.
Con 350 años de historia y un Centenario de Ciudad ya solo somos lo que fuimos - o creímos ser - en las redes virtuales de la nostalgia.
CASAS VIEJAS DE CARMELO
 REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY
Chalo Agnelli
Enero, 2016

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Dice Raquel Gail. Me gustó tu nota. Cada vez que visitamos una población, como las semanas pasadas en Santa Cruz, la recorremos fotografiando y valorando las casas viejas. Ahora que volvimos a San Julián después de 15 años, de muchas de ellas sólo quedan las fotos. Saludos. Raquel Gail

Anónimo dijo...

Dice Violeta Selva: Lástima, nos vamos empobreciendo, quizá, porque no se aprendió que el patrimonio cultural es el legado que van dejando las generaciones cimentando trayectos de los pueblos... ya no cuenta eso de ser un país joven, mas bien, adolescente tardío que No entiende lo básico gran problema hubieran tenido los romanos, por citar alguno, volteando el Coliseo ,las catacumbas, etc. Aprovechando el predio para ser ocupado por un banco, un shopping. A mi también Chalo el tema me produce un ruido algo fuerte en el sentimiento de argentinidad. Abrazo. Violeta Selva

Anónimo dijo...

Dice el Dr. Ricardo Angelino: Como acostumbras, de primera tus instantáneas de ayer y de hoy... Gracias. Ricardo Angelino

Anónimo dijo...

Dice Norma Cistaro: TE DIRÍA QUE NADA ES NUESTRO, SOLAMENTE EL AMOR. QUE NOS HA DADO LA VIDA.

Anónimo dijo...

Dice Fernando San Martín: Es cierto Chalo. Y yo no olvido la hermosa casa de estilo inglés de Héctor Bandera, destruida para levantar un edificio.- Un abrazo.

Anónimo dijo...

Dice Alicia Silva Rey: ¡Oh, salvajes en todo sentido. Se la pasan arrojándonos, como ciudad, como pueblo, balas verdaderas para borrarnos del mapa de la historia local, latinoamericana, de la conciencia histórica en general.


Anónimo dijo...

Dice: Ana María Chavanne Irresponsablemente han dado lugar solo al negocio inmobiliario. Augé introdujo desde la sociología el concepto de "No lugar", concepto que la arquitectura tomó entre otras cosas, para explicar esta anomia en los espacios urbanos. Es verdad que los vecinos, sobre todo de Quilmes centro, nos sentimos aplastados por esta ola de edificios variopintos con estilos y des-estilos que si seguimos así hasta las plazas que quedan se va a "llevar". Esto no tiene que ver simplemente con la nostalgia, sino con una idea racional del espacio urbano y del patrimonio cultural e histórico que hacen a la génesis de una ciudad como ha sido Quilmes. Lamentablemente seguimos "matando" la memoria...