sábado, 21 de julio de 2018

AMÉRICO JOSÉ PAMPINELLA - "ANÁLISIS Y CREACIÓN"


En 1946, la Agrupación "Kilme" convocó al Iº Concurso de "Pintura al Aire Libre", en el cual Américo José Pampinella recibió una mención honorífica junto a Gerónimo Narizzano, Humberto Montanari y Carlos Ariel Pardiñas.
Pampinella (26-1-1903 / 28-5-1990)  Cursó estudios en la Escuela Normal de Profesores N° 2 Mariano Acosta. Ejerció su noble misión educativa, sumándole la pedagogía del color y sabe interpretar el dibujo en el magnífico juego de luces y de sombras. Dibujante y pintor autodidacta, ejerció además el periodismo y la crítica artística.
Durante 35 años fue secretario ad-honorem del Hospital Vecinal de Bernal "Dr. Julio Méndez".
Desde 1944, su obra es múltiple, acreditada en  los salones nacionales y provinciales como: el Salón Nacional de Artes Visuales de los años: 1951 a 1955, luego en 1957, 1958 y 1964. También obras suyas se presentaron en los Salones de La Plata, en forma consecutiva desde el 5° al 18° Salón y en los de Mar del Plata, Tandil, Rosario, Avellaneda, Quilmes, en los que recibió numerosas distinciones.
Realizó exposiciones individuales en la Biblioteca Popular “Juan Manuel Estrada” (1944-1959-1974-1982), en la Biblioteca Popular Mariano Moreno (1984), ambas en Bernal; el Museo de Artes Visuales “Víctor Roverano", en el Museo Histórico Regional Almirante Guillermo Brown, en la Galería Van Riel (1951), en la Escuela Técnica Gral. Mosconi, en el Colegio Alemán Enrique Holmberg (1974) y otros ámbitos del arte y la educación.
El 2 de julio de 1983, quedó habilitado en el taller Fernando Fader que dirigía el plástico Américo Pampinella.
Muestra inaugurada el 25 de agosto de 1984 
Obras suyas figuran permanentemente en los Museos de La Plata, Jockey Club, Capitán Sarmiento, San Luis, Almirante Brown, Canadá, EEUU, España y Paraguay.
Adela García Salaberry. Se refirió a este artista bernalense en su libro “Por televisión argentina” de 1960:  

Americo José Pampinella ocupó la aten­ción de la critica seria; pensó con Ruskin que la hierba y los árboles iluminados por el sol en una cierta dirección, cambian el color verde por un amarillo especial.
Sabe ubicar una variada tonalidad en sus árbo­les porque conoce la vida del árbol en toda su fuerza natural.
Fue el primer plástico argentino, cuyas obras fueron divulgadas en noticieros cinematográficos.
La pintura “Senderos de la Argentinidad”, propiedad del Ministerio de Educación de la Nación, por cesión del autor, en homenaje a la escuela argentina, es un óleo de 6 metros por 4 que pone en franca evidencia sus aptitudes.
Dejó los rasgos de su arte en la su escuela, la N° 9 del distrito escolar 8° de la ciudad de Buenos Aires, como una ofrenda lírica a la historia patria.
Américo José Pampinella sabe dar a sus cuadros las expresio­nes de sus facultades de observación y raciocinio; sabe definir el color y sabe del aprovechamiento múltiple del estudio de la Natura­leza.
Análisis y Creación van en evolución y el pintor conoce los distintos estados de evolución, respetando la tradición clásica dentro de toda la imaginación que el Arte solicita, como valor superior del hombre.
El dibujo como el color con fines artísticos deben ser emoti­vos y, América José Pampinella, tiene en sus magníficos paisajes la mezcla de racional emotivo, en todos los reflejos de sus luces y de sus sombras


Por el artista Pedro Ricci
Fue aquí mismo en Bernal y hace tiempo; el 14 de noviembre de 1943, para ser más preciso. Se inauguraba en la calle Belgrano 378, una Galería de Arte que lamentablemente no prosperó, con una Exposición organizada por la Biblioteca José M. Es­trada. Yo realizaba mi primera muestra individual y' Pampinella su segunda. Recuerdo que fue muy emocionante para mí; contó con la
bendición del Párroco José Ochoa y las palabras preliminares del doctor Domingo De Carli, recién recibido en aquel entonces. Allí comenzó nuestra amistad real, afec­tiva e inmutable, hasta que el Supremo Hacedor, lo llamara a su seno.
Los dos hacíamos nuestras primeras armas; yo formado académicamente y él como un auténtico autodidacta. No se le conocieron maestros; fre­cuentó si la amistad de Mollo, excelente pintor puntano y la del genial Ingeniero y mejor pintor Armando Repetto.
Su admiración hacia ambos quizás haya influi­do en su oficio y entusiasmo, pero de todos modos por su tenacidad y esfuerzo, adquirió un dominio técnico sorprendente y extraño en quién sólo
con su alma, tuviera que lograrlo todo. Esto le permitió y con éxito, consagrarse al paisaje de Pereira y al difícil tratamiento del árbol. Encaró además la en­señanza del dibujo y la pintura, cuyos frutos son hoy visibles en destacados plásticos Bernalenses.
Su vida fue serena, ordenada y feliz en un hogar cristiano donde reinó el amor. Su espíritu de servicio hizo que se entregara por entero a las obras de Bien Público, donde se destaca como admirable la abnega­da y desinteresada dedicación que durante tantos años le prodigara al Hospital Vecinal de Bernal.
Está formalidad de vida, esa sensibilidad de es­píritu tan evidente en su quehacer humano, está reflejada con fuerza en su obra de artista y pintor. Optó decididamente por el respeto a la forma, que exige la corriente figurativa que sin dejar de crear busca, principalmente de “recrear” impregnando a su obra con el hálito de lo bello y lo poético.
No obstante lo duro que resulta hoy ser fiel a es­ta corriente, obtuvo el reconocimiento general y su tarea llena de sinceridad y honestidad, entró en los salones más importantes y en innumerables ámbitos familiares y societarios. Escribió artículos, dictó con­ferencias sobre arte y artistas, publicando generosa­mente juicios certeros de tantos y tantos colegas.
Fue docente toda su vida, ejerciendo la ense­ñanza con responsabilidad y sapiencia y si es cierto lo que alguien dijo que ilustrar y formar, es una de las más bellas pruebas de amor, no caben dudas que amó a los jóvenes y a su escuela, contribuyendo de manera valedera a la elevación de su patria.
Una conducta tan ejemplar y pródiga no pudo menos que crearle la lógica popularidad en todos los ambientes donde se brindó, siendo así una figura señera y prestigiosa que todos mirábamos con respeto y admiración, cuando se cruzaba en nuestro andar. Fue un artista capaz y auténtico, un hombre sensible que siempre tendió su mano bienhechora.
Personalmente tengo el orgullo de haber sido su amigo y por sobre todo de alternar con hombre tan especial, que mucho hizo por el arte y su comu­nidad. El país le debe su reconocimiento y gratitud por su hermoso aporte a la vida. Eso es lo que están haciendo ahora tan acertadamente los hombres de Bernal, que le brindan este justiciero homenaje (1991)
FUENTE
“El Tribuno”, periódico independiente Julio de 1991 “In Memoriam” de dos artistas bernalenses Américo José Pampinella y Pedro Collavini
La Familia Salvati a través del Dr. Ricardo Angelino donó al Museo Bibliográfico Documental de la Biblioteca Popular Pedro Goyena, para su pinacoteca, el cuadro “Tolstoi” de Pampinella, que posee fuerza expresiva en la firmeza de los trazos que dejan entrever lo que fue el pensamiento crítico y humano de aquel genio ruso de la literatura universal.
 Compilación e investigación Prof. Chalo Agnelli
Vice C.A. de la Biblioteca Popular Pedro Goyena 
Quilmes, 2011-2018


FUENTES
 *Revista del Centro Comercial e Industrial de Bernal 1990/1991 (En celebración de las tradiciones fiesta de Navidad y Año Nuevo 1990-1991, el centro comercial e industrial de Bernal se complace en compartir con la comunidad, aspectos históricos y culturales de Bernal)
*García Salaberry, Adela. “Por Televisión Argentina”. 2° Cuaderno. Talleres Gráficos Argentinos L. J. Rosso. Bs. As. 29/12/1960
* Museo Bibliográfico-Documental "Bibliotecario Carlos Córdoba"

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